Las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte en gran parte de América Latina, Europa y Estados Unidos.
De ahí que las autoridades inviertan en investigaciones como la realizada por la Universidad Estatal de Michigan (MSU), cuyos científicos crearon el primer modelo de minicorazón humano funcional a partir de células madre.
El pequeño órgano cuenta con todos los tipos de células cardíacas primarias y con una estructura de cámaras y tejido vascular.
“Estos minicorazones son modelos increíblemente poderosos para estudiar todo tipo de trastornos cardíacos con un grado de precisión nunca antes visto”, destacó Aitor Aguirre, autor principal del estudio y profesor asistente de ingeniería biomédica en el Instituto de Ciencias e Ingeniería Cuantitativa de la Salud de la MSU.
El estudio se denomina “Generación de organoides cardíacos que modelan el desarrollo temprano del corazón humano en condiciones definidas” y fue financiado por la Asociación Estadounidense del Corazón.
La investigación habla de organoide para referirse a estructuras que se asemejan a un órgano. En este caso, se trata de organoides del corazón humano, que los expertos abrevian como hHO.
A través de un proceso de bioingeniería, los científicos indujeron células madre pluripotentes, extraídas de un paciente adulto, para desencadenar el desarrollo de un corazón embrionario en laboratorio. El proceso imitó el entorno del desarrollo embrionario y fetal. Luego de unas semanas, obtuvieron un minicorazón funcional.
“Este proceso permite que las células madre se desarrollen, básicamente como lo harían en un embrión. Les damos instrucciones y saben lo que tienen que hacer cuando se cumplen todas las condiciones adecuadas”, destacó Aguirre.
Como los organoides siguieron el proceso de desarrollo embrionario cardíaco natural, los investigadores pudieron estudiar, en tiempo real, el crecimiento de un corazón humano fetal.
Así, resolvieron uno de los principales problemas que enfrenta quienes estudian tanto el desarrollo cardíaco fetal como los defectos cardíacos congénitos: el acceso a un corazón en desarrollo.
Muchos investigadores se han limitado a usar órganos de otros mamíferos, restos fetales donados o investigación celular in vitro.
Los experto dejaron en claro que las células madre se obtuvieron de manera consentida de donantes adultos. De esa forma, resolvieron cualquier preocupación ética.