En un año completamente dominado en la agenda científica y de salud por el coronavirus, lo que sucedió este martes 28 de julio da una buena noticia y se transforma en un oasis para la comunidad internacional.
Un grupo de investigadores demostró que con un análisis de sangre se puede detectar el alzheimer y lo más importante de todo, es que la prueba además de su eficiencia y costo muy bajo, podría anticipar hasta por 20 años la prevalencia de la enfermedad.
Los logros se consiguieron tras una investigación publicada en JAMA y presentada en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer.
Los test masivos para este descubrimiento podrían estar listos en dos o tres años más aseguraron los científicos.
«Este análisis de sangre predice de manera muy precisa quién tiene la enfermedad de Alzheimer en el cerebro, incluidas las personas que parecen ser normales», dijo el Dr. Michael Weiner, investigador de la enfermedad de Alzheimer en la Universidad de California, San Francisco, que no participó en el estudio a The New York Times. “No es una cura, no es un tratamiento, pero no se puede tratar la enfermedad sin poder diagnosticarla. Y el diagnóstico preciso y de bajo costo es realmente emocionante, por lo que es un gran avance».
Uno de los grandes dilemas éticos eso sí que supondrá este descubrimiento, es que pondrá a la gente en la duda sobre si enterarse 20 años antes sobre una enfermedad que por hoy no tiene tratamiento ni cura conocida.
En la actualidad, los diagnósticos de Alzheimer se realizan principalmente con evaluaciones clínicas de la memoria y el deterioro cognitivo, así como entrevistas con familiares y cuidadores de los pacientes.
Maria Carrillo, directora científica de la Asociación de Alzheimer, comentó que, «esta prueba realmente abre la posibilidad de poder usar un análisis de sangre en la clínica para diagnosticar a alguien más definitivamente con Alzheimer. Increíble, ¿no es así? Quiero decir, realmente, hace cinco años, te habría dicho que era ciencia ficción».