La OMS hace unos días indicó que el coronavirus podría estar expandiéndose por el aire de forma más comprobable, por lo que el siguiente invento podría venir muy bien para los que quieran prevenir un contagio.
Se trata de un aerosol nasal llamado FEND, y producido por la startup tecnológica Sensory Cloud, y que estará disponible en septiembre.
El producto que fue creado por el profesor de Harvard de la Práctica de Ingeniería Biomédica, David A. Edwards, afirma que puede proporcionar una reducción de casi el 100% en las partículas presentes en el aire exhalado, reduciendo así la transmisión potencial de SARS-CoV-2 dentro y fuera de los pulmones mientras respira.
FEND es una solución salina que no contiene drogas, y en su lugar se dirige a partir de sales naturales que se encuentran con mayor frecuencia en el agua de mar.
Sensory Cloud realizó un estudio para asegurarse de la factibilidad de su aerosol, y que se basa en una muestra de población a pequeña escala de 10 voluntarios, incluidos cinco mayores de 65 años y cinco menores de esa edad. En todo el grupo de muestra, los investigadores descubrieron que reducía las partículas transmitidas por litro de aire en aproximadamente un 99%, y que la mayoría de esas partículas bloqueadas eran demasiado pequeñas para ser filtradas por las máscaras convencionales.
La compañía afirma que FEND podría proporcionar a «cualquier persona en riesgo de SARS-CoV-2» una protección adicional, en términos de restregar las vías respiratorias de ambas partículas inhaladas para aquellos que aún no tienen el virus, y también para prevenir la expulsión de partículas virales para los que lo hacen.
El producto estará a un precio de $49 dólares por un paquete de dos, con botellas de recarga individuales con un precio de $6 cada una después. Cada recarga proporciona alrededor de 250 usos totales.