“No destaca por sus características técnicas. Nos ha enamorado la comodidad de un formato compacto. Abre un camino en el futuro de los teléfonos plegables.”
- Cabe en el bolsillo de la camisa
- Diseño innovador, discreto y práctico
- Fotos decentes
- Autonomía aceptable
- Pocas aplicaciones modo Flex
- Carga rápida no muy rápida
- Precio
Los teléfonos plegables son una de las tendencias más prometedoras. Algunas grandes marcas se han situado a la vanguardia, como Motorola, Samsung y Huawei, mientras otras, como Xiaomi, están en ello. De momento, los modelos disponibles para la venta se cuentan con los dedos de una mano. Es solo el principio de algo grande y que promete afianzarse con propuestas como Galaxy Z Flip, del que ya les contamos nuestras primeras impresiones y ahora analizamos. Nos ha seguido transmitiendo las mismas buenas sensaciones que en aquel primer contacto: este modelo sí que puede competir cara a cara con los no flexibles.
¿Es cómodo? ¿Resiste?
Galaxy Z Flip, junto con el Razr, confirman que el formato clamshell está de vuelta adaptado a las pantallas flexibles. Llegan para ahorrar espacio en el bolsillo de un pantalón, de una camisa, en el bolso… Está claro que ese es el mayor atractivo de cualquier plegable. Z Flip plegado no ocupa nada (87.4 x 73.6 x 15.4-17.3 mm) y cuando lo abres se transforma en un smartphone convencional con una pantalla de 6.7 pulgadas (167.3 x 73.6 x 6.9-7.2 mm) bastante alargada. Cerrado es tan compacto que lo hemos llevado en la mano para no cargar con el bolso mientras paseábamos e incluso así nos ha resultado cómodo. Tampoco lo hemos sentido pesado (183 gramos).
Sin embargo, olvídate de abrirlo con una sola mano: se puede hacer, pero cuesta y se tarda más que en los antiguos clamshells. Con la robusta bisagra, la apertura pierde agilidad y gana en resistencia, algo importante dada la cantidad de veces que consultamos el teléfono al día.
El teléfono prestado para esta prueba ya ha pasado otras revisiones y nos ha llegado en perfectas condiciones en lo que se refiere a la bisagra. Por la parte exterior, sin embargo, presenta rayaduras. En el interior, la pantalla de vidrio no ha sufrido arañazos, como sí han reportado algunos medios.
Los materiales se ven de calidad, sin desprender la elegancia del Razr. Nuestra unidad de prueba no venía con funda, pese a que Samsung sí la incluye en la caja.
YouTube, B612 y Snow en el modo FLEX
La resolución de la pantalla Dynamic AMOLED de 1,080 x 2,636 píxeles (FHD+) no defrauda para ver vídeo y da la talla con creces cuando lo hemos probado con Netflix. Y el doblez central, que se nota a la vista y al tacto, no nos ha molestado para nada. Es más, cuando lo pones justo enfrente paralelo a ti, ni se aprecia.
El doblez central, que se nota a la vista y al tacto, no nos ha molestado para nada.
Pero no podrás ver series ni películas en la pantalla superior cuando el teléfono está semiabierto o en modo Flex, dado que Netflix ni las plataformas de streaming se han adaptado a ese modo. Solo está disponible para YouTube. Esta aplicación del gigante de las búsquedas, junto con Google Duo para videollamadas, funcionan ya en el Galaxy Z Flip. La hemos probado (con el programa Digital Trends en Vivo que se emite los viernes) y facilita mucho ver contenidos, con manos libres apoyado sobre una mesa, pese a que se ve a un tamaño muy pequeño, por lo que es imposible leer la letra pequeña de los rótulos. También hemos probado el modo Flex con las aplicaciones de edición y belleza B612 y Snow, y facilita mucho crear y personalizar selfies con mil y un filtros y herramientas que facilitan estas apps. Nos ha recordado a cuando te maquillas en el espejo de una polvera. También hemos comprobado que en esta posición en la que se dobla, la parte superior del teléfono se calienta bastante.
Para pantallas pequeñas, la exterior del Galaxy Z Flip de 1.1 pulgadas. Un tamaño muy bien aprovechado y suficiente para cumplir con su función de mostrar no solo la hora, el día y el porcentaje de batería, sino también notificaciones y el tiempo. Y aún hay uso más (y nos encanta): esta diminuta pantalla evita tener que abrir el teléfono para tomarse un selfie. Basta con pulsar dos veces en el lateral derecho, sobre el lector de huella, para activarla. Luego, con el botón que se encuentra justo debajo (el encendido y volumen), disparas (y suena como una cámara analógica). No temas, aunque tu cara aparezca cortada en la minipantalla, en el selfie sale completa.
Peculiar cámara dual
Al tomar los selfies con la cámara trasera (tiene dos lentes de 12 megapíxeles), el resultado es mucho mejor que con la interior de los selfies (perforada en el centro) de 10 megapíxeles. Con esta cámara de la pantalla grande tampoco salen mal, algo menos coloridas con respecto a las capturadas con la principal. En el modo noche, puede llegar a iluminar en exceso si ya hay algo de luz, y amarillea la imagen. En plena oscuridad es efectivo.
La cámara en modo Flex ofrece estabilidad, como una si fuera un “trípode”, para tomar fotos y vídeos con manos libres, aunque no será la posición más utilizada con la cámara.
La cámara dual principal toma buenas fotos, variando un poco los colores originales, que cobran una intensidad no real que embellece las imágenes. Eso lo mismo que sucede con las cámaras del Galaxy S20 Plus como comprobamos en su revisión.
Cumple en rendimiento
Galaxy Z Flip se vende con una sola configuración: procesador Snapdragoon 855+, 8 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento. Con este equipamiento el rendimiento es satisfactorio. Lo que podría reforzarse es la batería, que se queda algo corta con 3,300 mAh. Eso sí, es suficiente para un día de uso relativamente intensivo (reproduciendo unas cinco horas de video y tomando fotos y sin apagarlo de noche).
Lo que podría reforzarse es la batería, que se queda algo corta con 3,300 mAh.
El smartphone incluye carga inalámbrica de 9W y rápida de 15 W. Esta última realmente no es muy veloz: en 33 minutos ha alcanzado el 50 por ciento y, esto no está nada mal. Pero, en total, de 0 por ciento a 100 de batería, ha tardado una hora y 40 minutos.
Un Samsung como otros
¿Este nuevo formato influye en el software? No. En el fondo, el Galaxy Z Flip es como cualquier otro teléfono Samsung Galaxy con Android 10 y One UI 2.1, tanto en funciones como en aspecto. Eso incluye la interfaz de la cámara, que es la misma de los S20. Pero hasta ahí las semejanzas, claro. Solo hay una excepción, claro está, la del modo Flex, una opción única de este dispositivo a la que, por ahora, se han adaptado solo cuatro aplicaciones de terceros (Google Duo, YouTube, B612 y Snow).
Conclusión
La razón de ser del Galaxy Z Flip es su práctico diseño. Y esto se traduce en comodidad, comodidad y más comodidad a la hora de portarlo. Aunque no se puede comparar con los convencionales, sí que es cierto que en características técnicas se queda atrás con respecto a estos teniendo en cuenta su precio de 1,500 euros ($1,380 dólares en Estados Unidos y $33,000 pesos en México) . No encontrarás lo último en especificaciones. La cámara cumple y toma fotos decentes, pero no destaca.
El teléfono no está orientado a los que buscan lo más avanzado, sino a los que ponen por encima las ventajas de un tamaño más reducido y compacto. Pagas la novedad, la innovación, como sucede con cada nuevo ingenio tecnológico al principio. Lo bueno es que siempre termina popularizándose. Si buscas algo sumamente manejable y tu presupuesto te lo permite, este es tu formato.
Hoy, su principal rival es el Razr, que también es un dispositivo caro (ya veremos si el precio continúa elevado en la segunda generación que ya está en marcha). Si bien son plegables, no consideramos competencia directa el Galaxy Fold, ni el Mate Xs, que son más tipo libro.
Galaxy Z Flip es un buen comienzo de los dispositivos plegables de los que tanto se ha hablado en los últimos años y parecía que no iban a llegar. Con dispositivos como este modelo, tenemos claro que se adaptarán a nuestras vidas, como en su día sucedió con las tabletas, las portátiles convertibles y otras innovaciones hoy ya consolidadas.