Si te gusta la realidad virtual pero necesitas lentes de aumento, ya no tendrás que conformarte con incómodas gafas de VR en las que puedan caber tus anteojos.
Ahora, investigadores de la Universidad de Stanford han desarrollado un sistema de visualización de realidad virtual que se puede ajustar a los ojos del usuario. Ya sea que tengas miopía, o algún otro problema similar de la vista, la nueva pantalla VR es capaz de personalizar lo que el usuario ve, y acomodarse a su visión.
A pesar de que nuestras abuelas afirmaban que sentarse cerca de una pantalla era malo para los ojos, las pantallas de realidad virtual tienen muchas ventajas para los usuarios. Los lentes en las gafas VR se centran en el infinito, por lo que son, menos extenuantes para los ojos durante largos períodos de tiempo, en comparacion a mirar la pantalla de un teléfono, tableta, o de una computadora. Aún así, no son perfectos y no son tan fáciles de usar para aquellos que tengan problemas de corta o larga visión. Ahí es donde la tecnología de Stanford podría salir al rescate.
La tecnología se llama Adaptive Focus Display y actualmente se está sometiendo a ensayos con dos diferentes plataformas de hardware. La primera utiliza lentes líquidos que se controlan a través de un dial para ajustarlos al usuario, mientras que el segundo mueve la pantalla hacia delante y hacia atrás, más cerca o más lejos de los lentes.
Cuando se combina con una cámara de seguimiento de los ojos dentro de las gafas, el software y el hardware pueden reaccionar dinámicamente para centrarse en la parte del mundo virtual que el usuario está viendo. Esto puede entonces difuminar el resto del mundo para proporcionar una profundidad natural del campo, y para que alguien que tenga vista débil pueda llevar un receptor de cabeza y ver perfectamente, sin la necesidad de usar sus propios lentes de aumento.
La tecnología no es perfecta. Al mover la pantalla más lejos del usuario se reduciría su campo de visión, a menos que se esté usando un display que sea más ancho que el campo humano natural de la visión de 180 grados. El sistema tampoco puede corregir el astigmatismo.
Sin embargo, hasta ahora los ensayos de las pantallas adaptativas han tenido éxito. En una prueba del año pasado, donde 173 participantes entre las edades de 21 y 64 años tuvieron la oportunidad de probar gafas con la nueva tecnología, muchas personas encontraron que su experiencia mejoró notablemente. Sin embargo, los investigadores no proporcionaron cifras concretas sobre cuántas personas vieron algún beneficio o qué impacto tuvo en otros aspectos del audífono, como su campo de visión.
Solo nos queda esperar hasta que esta tecnología será perfeccionada y lanzada al mercado general, y cuando eso ocurra, te lo informaremos en Digital Trends.