La compañía Meta ha anunciado planes para realizar un recorte drástico en la financiación destinada al desarrollo de su visión del metaverso, con reducciones que podrían alcanzar hasta el 30 por ciento de los presupuestos asignados a esta división durante 2026. Esta decisión forma parte de una estrategia más amplia de optimización de gastos corporativos que incluye un recorte general del 10 por ciento en todos los departamentos.
La reducción presupuestaria refleja la realidad del mercado: los proyectos de realidad virtual como Horizon Worlds no han generado la adopción de usuarios esperada, y el interés por las experiencias virtuales inmersivas permanece significativamente por debajo de las proyecciones originales.
Reality Labs, la división responsable del desarrollo del metaverso y de dispositivos como Meta Quest, así como otros productos de realidad extendida, será la más afectada por esta reestructuración. Los cambios podrían incluir reducciones de personal comenzando en enero de 2026, aunque aún no existe confirmación oficial.
Paralelamente, Meta ha intensificado sus inversiones en inteligencia artificial generativa, reorientando recursos significativos hacia la integración de capacidades de IA en sus plataformas principales. Mark Zuckerberg ha establecido como objetivo prioritario el desarrollo de sistemas de superinteligencia artificial, desplazando la creación del metaverso de su posición como prioridad estratégica.
Por qué es una derrota personal para Mark Zuckerberg
Cuando Mark Zuckerberg anunció en octubre de 2021 el cambio de nombre de Facebook a Meta, no se trataba simplemente de una reorientación corporativa. En su carta fundacional, Zuckerberg presentó el metaverso como su propia visión del futuro de la tecnología e internet, comparable al surgimiento de las redes sociales. “Estamos al comienzo del próximo capítulo para Internet, y también es el próximo capítulo para nuestra empresa”, escribió en la ocasión. Su lenguaje no reflejaba una estrategia empresarial convencional, sino una convicción personal sobre hacia dónde debería dirigirse la tecnología en las próximas décadas.
El CEO fue particularmente explícito en sus aspiraciones. “Espero que con el tiempo nuestra empresa sea vista como una empresa de metaverso”, declaró, y describió la experiencia inmersiva como “la máxima promesa de la tecnología: estar junto a cualquiera y poder teletransportarse a cualquier lugar”. Esta declaración personal transformó la apuesta del metaverso en algo íntimamente vinculado a su identidad como visionario tecnológico. El cambio de nombre de la compañía misma—renombrando la institución más emblemática de su legado—fue una demostración de confianza en que esta era la dirección correcta para el futuro.