Pero todavía existe una gran barrera entre tener una idea en tu cabeza y transformar esa idea en un objeto tangible: el software de modelado 3D.
El problema es que prácticamente todo el software de diseño asistido por computadora 3D CAD (Computer Aided Drafting) tiene una curva de aprendizaje muy empinada. Ya sea que estés utilizando una herramienta gratuita como Blender o un costoso programa profesional como AutoCad o Solidworks, se necesita una buena cantidad de habilidad técnica para crear cualquier cosa más allá de las formas más básicas.
Pero ahora, la empresa Sixense, con base en California, está en una misión para romper esta barrera.
«Queremos democratizar el modelado en 3D», dijo Steve Hansted, Director de Desarrollo de Negocios de la compañía, a Digital Trends. «Nuestra meta era darle a cualquiera, sin importar su edad o nivel de experiencia, la oportunidad de entrar en un motor CAD de modelado sólido y construir geometría, con una curva de aprendizaje muy simple».
El fruto de ese trabajo es un programa llamado MakeVR. Esta es una plataforma de modelado 3D que, a diferencia de la mayoría del software de CAD, no se ejecuta en el entorno de una computadora tradicional. En su lugar, los usuarios acceden y utilizan el software a través de la plataforma de realidad virtual HTC Vive.
«La diferencia entre éste y los programas de modelado más tradicionales es que MakeVR está mucho más avanzado en cuestión de táctiles», dijo Patrick Daniels, diseñador freelance y modelador que nos visitó en la sede de Digital Trends para mostrarnos el software. «Tienes conciencia espacial con esto, mientras que si estoy sentado con un mouse y un teclado, generalmente estoy mirando a un modelo. Pero con este software podemos trabajar en entornos completos», explicó.
Esa es parte de la magia. En lugar de modelar en un entorno limitado y bidimensional en un monitor, MakeVR permite a los usuarios sumergirse completamente en un espacio creativo virtual y manipular objetos usando dos manos, como si lo estuvieran fabricando con materiales sólidos en el mundo real.
La impresión 3D es donde MakeVR está más cómodo en este momento, pero en un futuro no muy lejano, la tecnología podría extenderse fácilmente a otros campos, por ejemplo, el diseño de juegos.
Imagina a cinco desarrolladores de diferentes lugares del mundo que trabajan en varios aspectos de un proyecto, pero en la misma sala virtual. Uno podría trabajar en edificios mientras que otro trabaja en el diseño de personajes, y otro más en el paisaje y el ambiente circundante. Todo esto podría hacerse virtualmente, de manera colaborativa, en un espacio 3D en el que cada usuario está inmerso. Algo así podría tener un enorme impacto en el desarrollo del mundo de los videojuegos.
Para las personas creativas, una vez que se ha visto el software trabajando es difícil mantener controlada la imaginación. Y para los que no están muy familiarizados con este entorno no es tan difícil aprender. Sino, mira este video, donde la madre de un desarrollador pudo construir un pequeño robot en MakeVR sin mayores dificultades.