Por mucho tiempo, al hablar de mujeres en el cine se entendía que se hablaba de actrices o bailarinas; siempre frente a las cámaras, nunca al mando de estas. En términos de producción, su papel quedaba relegado a tareas relacionadas con maquillaje, vestuario y con suerte, la escenografía.
Sin embargo, basta con echarle un ojo a textos escritos desde la teoría fílmica feminista para darse cuenta de que el género jamás compitió con el talento, sino que, por el simple hecho de ser mujeres, muchas directoras pasaron a la historia sin ninguna clase de reconocimiento.
A propósito del Día Internacional de la Mujer, te presentamos a algunas de las cineastas que han hecho historia, incluso desde antes de que el cine fuera la industria que conocemos.
Alice Guy: cineasta antes del cine
Hasta hace un par de décadas, el nombre de Alice Guy no figuraba entre los pioneros del cine mundial. Se reconocía a los hermanos Auguste y Louis Lumière, inventores del cinematógrafo, o a Georges Méliès, ilusionista y cineasta francés, pero el nombre de Guy no aparecía por ninguna parte.
Sin embargo, en 1896 y con apenas 23 años, Alice Guy dirigió el cortometraje La Fée aux Choux (El hada de los repollos), considerada la primera película de ficción de la historia. Pero no solo eso, Guy también fue pionera del leguaje audiovisual, los efectos especiales y la ciencia ficción, además de filmar más 1,000 películas de diversos géneros en sus productoras en Estados Unidos y Francia. Para Guy hacer cine no solo era filmar imágenes en movimiento, sino construir historias.
María Forteza y la primera película sonora en español
Rosario Pi había sido reconocida como la primera cineasta en filmar una película sonora en español con El gato montés (1935), hasta que, como relata el diario El País, la Filmoteca Española encontró Mallorca, cortometraje realizado por María Forteza entre 1932 y 1934.
Aunque la película llegó a la filmoteca en 1982, fue hasta el año pasado que se conoció su existencia, así como la de Forteza, quien además de cineasta hizo carrera en el teatro como cupletista.
Mallorca, de no más de ocho minutos, le hace honor a su nombre, pues se trata de una suerte de video promocional de la isla española que además rinde homenaje al compositor Issac Albéniz: las imágenes filmadas no solo se acompañan de una voz en off, sino de la música del compositor.
Leni Riefenstahl, la cineasta del Reich
Los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 quedaron registrados en Olympia (1938), documental dirigido por una joven cineasta alemana con dotes de actriz y bailarina conocida como Leni Riefenstahl. Este no solo sería el primer largometraje en torno a las Olimpiadas, sino que marcaría el inicio de técnicas avanzadas que se convertirían en un estándar de la industria.
Si bien Riefenstahl es una figura controvertida por su participación en la producción de propaganda nacionalista de la Alemania nazi, su innovación y creatividad salieron a la luz con filmes que poco tenían que ver con las intenciones de dominio y supremacía del Tercer Reich. Tal es el caso de Das Blaue Licht (La luz azul), película que no solo dirigió, sino que también protagonizó.
Luego de 48 años de ausencia como cineasta, Riefenstahl celebró su cumpleaños 100 con Impressionen unter Wasser (Impresiones bajo el agua), un documental estrenado en 2002 que reúne imágenes submarinas de Papúa, Nueva Guinea.
Agnès Varda: cine feminista y experimental a la orden
“Tres palabras son importantes para mí: inspiración, creación y compartir”, dice Agnès Varda en Varda por Agnés (2019), documental con el que la francesa se despidió del cine y que recorre su legado creativo como cineasta, fotógrafa y artista visual.
Sus filmes experimentales, sociales y que retrataban situaciones reales que no solían verse en la pantalla grande, como su ópera prima La Pointe Courte (1955), la catalogaron como pionera de la Nouvelle Vague, una tendencia en el cine francés a finales de la década de 1950 que, mediante la libertad de expresión y artística, buscó reflejar la condición humana lejos de los cánones impuestos en aquella época.
Varda instaba a las mujeres a estudiar cine y expresarse mediante el lenguaje audiovisual, pero las películas L’une chante, l’autre pas (Una canta y la otra no, 1977) y Sans toit ni loi (Sin techo ni ley, 1985) la reafirmaron como cineasta feminista. Su legado fue reconocido con el Óscar Honorífico en 2017, dos años antes de fallecer.
Y el Óscar es para…
Lina Wertmüller hizo historia en 1976 al ser la primera mujer nominada al Óscar a mejor director por su película a Seven Beauties. No recibió la estatuilla, pero a partir de ese año más cineastas fueron nominadas en la misma categoría: Jane Campion por The Piano (1993), Sofía Coppola –de quien hablamos más adelante– por Lost in Translation (2004) y Kathryn Bigelow por The Hurt Locker (2010).
Aunque la crítica ya la favorecía por su película bélica de calidad, Bigelow se convertiría en la primera mujer –y hasta la fecha la única– en llevarse el galardón. En total, la película ganó seis premios de la Academia.
A diferencia de la mayoría de las directoras que aquí aparecen, Kathryn Bigelow se ha dedicado al cine de acción, la ciencia ficción e incluso el suspenso; destacan sus películas Point Break (1991), Strange Days (1995) y Zero Dark Thirty (2012).
Lana y Lilly Wachowski: diosas de la ciencia ficción
La primera entrega de la serie Matrix vio la luz en 1999 y se convirtió en toda una película de culto no solo por su premisa (una realidad virtual donde los humanos viven bajo el dominio de las máquinas y las inteligencias artificiales), sino por sus efectos especiales. ¿Los responsables? Las hermanas Lana y Lilly Wachowski.
Ambas mujeres transgénero, las hermanas Wachowski han demostrado su fascinación por la ciencia ficción en otras producciones como V for Vendetta (2006), la adaptación de la novela gráfica de Alan Moore y David Lloyd, Cloud Atlas (2012), un filme interesante por decirlo de alguna manera (Rotten Tomatoes le dio solo 66 por ciento de aprobación) y la serie Sense8, disponible en Netflix, que cuenta como ocho desconocidos que viven en diferentes partes del mundo tiene una clase de conexión telepática que los hace ver y sentir lo que los demás experimentan.
Sofía Coppola y el cine independiente
El apellido Coppola resuena en la industria cinematográfica desde hace décadas, pero ha sido Sofía, la hija del también director Francis, quien le ha impreso un sello particular con sus películas indie.
Como ya se mencionó, en 2004 Sofía fue nominada al Óscar a mejor director por su película protagonizada por Scarlett Johansson y Bill Murray, pero su trabajo como directora reluciría desde un par de años atrás con The Virgin Suicides (1999), basada en la novela homónima de Jeffrey Eugenides y musicalizada de manera sublime –si se me permite el halago– por la banda francesa Air.
Cabe mencionar que Sofía Coppola, quien también presume videos musicales en su carrera como realizadora audiovisual, ha sido directora, guionista y productora (excepto en The Virgin Suicides) de sus películas. Quién diría que la pequeña Mary Corleone (The Godfather III, 1990) pasaría de los papeles secundarios a estar detrás de las cámaras.
Chloé Zhao: la favorita de los Óscar 2021
Quien también ha dirigido, producido y escrito el guion de sus filmes es la cineasta Chloé Zhao, la revelación de los los premios Óscar 2021 como mejor director.
Zhao, de origen chino, ha hecho eco desde 2015 con su primera producción, Songs My Brothers Taught Me; dos años después sería reconocida en el Festival Internacional de Cine de Cannes por el western The Rider.
Si bien la carrera de Chloé Zhao apenas suma unos cuantos años, su cinta Nomadland (2020) se llevó las estatuillas a la Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actriz en la entrega de los Óscar 2021, además del León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia y un Globo de Oro a mejor director.
Este artículo termina aquí, pero la lista de mujeres cineastas, no. Directoras jóvenes como Greta Gerwig (Lady Bird, 2017), Céline Sciamma (Portrait of a Lady on Fire, 2019) y Jennifer Kent (The Babadook, 2014) se abren paso con su trabajo excepcional en una industria que poco ha valorado a las mujeres que no solo protagonizan el cine, sino que también lo hacen. Una vez más, género no compite con talento, sino con reconocimiento.