La guerra judicial en el mundo de la realidad virtual se ha vuelto muy real. ZeniMax, un jugador de peso en la industria de videojuegos, ha demandado a Samsung por violación de derechos de autor, apropiación indebida de derechos comerciales y competencia desleal en relación al código utilizado en las gafas de realidad virtual Gear VR del conglomerado surcoreano.
La acción judicial forma parte de una batalla legal de varios años entre ZeniMax y John Carmack, ex ejecutivo de id Software, empresa que fue adquirida por ZeniMax en 2009. En la nueva demanda, la empresa de Rockville, Maryland, asegura que en 2013 Carmack y Matt Hooper, entonces un ex empleado de id Software, formularon un “plan de ataque” para la realidad virtual (RV) móvil que se traduciría años más tarde en la creación de las Gear VR de Samsung. El plan, según ZeniMax, fue trazado mientras el par trabajaba en secreto en las oficinas de id Software, que para entonces ya formaba parte de ZeniMax.
Carmack eventualmente pasó a trabajar a Oculus, que luego fue adquirida por Facebook. Allí, el ingeniero fue una de las fuerzas decisivas detrás de las Rift, las gafas de realidad virtual de Oculus, que, según Samsung, sirvieron como base para el desarrollo de Gear VR.
En una demanda previa, ZeniMax había acusado a Carmack y a Oculus de usar código para las Rift desarrollado por Carmack mientras trabajaba en id Software. En ese caso, el jurado aceptó parte del argumento de ZeniMax y falló a favor del pago de $500 millones por parte de Oculus por no cumplir con un acuerdo de confidencialidad.
Sin embargo, el fallo determinó que Oculus no se apropió indebidamente de secretos comerciales como sostenía ZeniMax.
La nueva demanda argumenta que Samsung debía haber estado al tanto de la primera disputa por los derechos del código y que no debió usar el software de Oculus para potenciar sus Gear VR.
ZeniMax le exige a la empresa surcoreana el pago de daños y perjuicios, beneficios de las ventas de las Gear VR, regalías, medidas cautelares y daños punitivos. También está pidiendo honorarios de abogado, costos judiciales e intereses, según reportó el portal Polygon.
Tras el fallo de febrero a favor de ZeniMax, Carmack entabló su propia demanda exigiendo el pago de $22,5 millones de dólares que aparentemente ZeniMax aún le debe por su acuerdo original con id Softwre, que él cofundó.