Con un millón y medio de contagiados diagnosticados y cerca de 90,000 fallecidos, la pandemia de coronavirus ha cambiado el mundo. De partida, con la cuarentena no se puede caminar libremente por la calle ni tampoco hacer compras. Solo en Estados Unidos, 16 millones han perdido sus empleos. De seguro, tantas otras cosas nunca volverán a ser iguales.
La comunicación cara a cara con familiares, amigos y colegas es otro de los hábitos vedados para contener la propagación de la enfermedad. Un correo electrónico enviado desde la sala de la casa mal podría sustituir la charla con un colega en el dispensador de agua de la oficina.
Investigadores de la Universidad de Chichester, en el Reino Unido, creen que es posible compensar el 93 por ciento de la comunicación presencial que hemos perdido producto del aislamiento social usando emojis. “Las caritas sonrientes y otros pictogramas pueden parecer frívolos, pero sirven como herramientas cruciales para sustituir el lenguaje corporal y el tono de voz”, explicó Digital Trends.
Moitree Banerjee, profesora de psicología de la citada casa de estudios, recalcó que la obligada omisión de expresiones faciales y tonos vocales en el lenguaje escrito “impide revelar pistas para que nuestros colegas hagan inferencias efectivas”.
“Los emojis pueden ayudar inmensamente en la comunicación como una señal indirecta de la actitud del comunicador. Son señales cuasi no verbales. Los emoticones permiten a los receptores comprender correctamente el nivel y la dirección de la emoción, la actitud y la expresión de la atención. Además de transmitir la actitud, los emojis también pueden proporcionar la seguridad que el receptor puede necesitar», explicó al mismo medio.
La idea de Banerjee trae a la mente una célebre frase: «No fue lo que dijo, sino cómo lo dijo». Un clásico estudio de psicología realizado en 1967 mostró que el tono de voz tenía prioridad sobre el contenido de sus palabras al determinar el significado. Según recordó Digital Trends, las expresiones faciales también influyen mucho en el proceso comunicativo.
Otra investigación publicada en 2015 reveló que los empleados perciben que la comunicación cara a cara es de mayor calidad que la realizada a través del teléfono o el correo electrónico. “La comunicación cara a cara también estuvo fuerte y positivamente relacionada con la satisfacción laboral y la percepciones de la efectividad de sus supervisores, junto con la identificación con el equipo”, añadió.
Esto podría explicar por qué las personas están recurriendo a servicios de videollamadas como Zoom para sustituir lo que anteriormente habría sido un intercambio de correos electrónicos. En cualquier casos, son inevitables los diálogos vía texto, en las que entran en escena los emojis.
«Este es el momento adecuado para transitar desde la comunicación sin sentido a la comunicación consciente. Es el minuto de cultivar la conciencia y no juzgar; para que el emisor y el receptor sean conscientes de las brechas en la comunicación causadas por este nuevo modo de comunicación. Puede ser poco ortodoxo usar emojis en un escenario laboral. Sin embargo, este podría ser la oportunidad para romper algunas barreras, dados los tiempos inciertos actuales”, remató Banerjee.