Los conductores borrachos que logran evadir la cárcel luego de enfrentar la ley probablemente perderán su licencia por un tiempo y tendrán que pagar una elevada multa. Y en el caso de los que tengan que enfrentarse al juez Michael A. Cicconetti, de la Corte Municipal de Painesville, en Ohio, la sentencia incluirá la obligación de descargar a sus teléfonos la aplicación de Uber o la de Lyft, los servicios de reservas de taxis.
La idea es que los conductores que se han pasado de copas busquen sus teléfonos inteligentes en lugar de las llaves de su auto cuando tengan que movilizarse. Cicconetti ha estado dando la orden desde mayo a aquellos que han sido arrestados conduciendo bajo la influencia del alcohol, informa el portal de noticias HuffPost.
«No hay nada de loco», dijo Cicconetti al periódico local News Herald cuando le preguntaron sobre su enfoque creativo para lidiar con los conductores en estado de ebriedad. «Es sólo sentido común. Ahora que tenemos la tecnología y la mayoría de la gente tiene la capacidad de hacerlo, ¿por qué no hacerlo parte de su condena? »
«No cuesta nada a nadie instalarlo y activarlo, y es mucho más barato que pagar los miles de dólares que tendrías que pagar por otra [ofensa]». No está claro, sin embargo, cuántos conductores ebrios reincidentes recordarán que tienen Uber como una opción cuando no estén en sus cinco sentidos.
Sin embargo, el juez dijo que cree que los tribunales de todo el país deberían seguir su ejemplo, aunque recalcó que no ha hecho ningún tipo de acuerdo con las compañías involucradas: «No estoy promoviendo a Uber o Lyft. No tengo ningún interés monetario en Uber o Lyft», aclaró, añadiendo: «En los próximos 20 años, tendrán de todos modos automóviles autónomos, así que no tendremos que preocuparnos por ello».
Uber y Lyft de vez en cuando promueven sus servicios como una forma segura para que los propietarios de autos que se han pasado de tragos lleguen a sus casas. Un par de años atrás, un truco de mercadeo de Uber involucró un quiosco especial instalado en el centro de Toronto que era esencialmente un alcoholímetro enlazado a la red de conductores locales de Uber. Los que andaban de parranda y pasaban por el quiosco eran animados a soplar en el aparato y, si estaban borrachos, se les ofrecía un paseo gratuito a casa cortesía del servicio.
Durante el período previo a las celebraciones del Cuatro de Julio del año pasado, la compañía con sede en San Francisco se asoció con Madres Contra la Conducción Ebria (MADD, por sus siglas en inglés) y agencias policiales locales en 25 ciudades de Estados Unidos para dar a conocer alternativas a la conducción ebria y ofrecer descuentos o viajes gratis en esas ciudades.
Para no quedarse atrás, Lyft se asoció con Budweiser durante unos meses el año pasado para ofrecer viajes gratis a casa los fines de semana a los que andaban de fiesta en algunas partes del país.
Aunque los datos parecen ser disparejos en los estudios que observan el impacto de las aplicaciones de viajes compartidos en la conducción bajo la influencia del alcohol, el juez Cicconetti espera que su inusual orden comience a mostrar resultados positivos.