Cuatro exempleados de Google despedidos en la antesala del Día de Acción de Gracias 2019 anunciaron que presentarán cargos por «prácticas laborales injustas» ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB).
Los ingenieros Laurence Berland, Paul Duke, Rebecca Rivers, Sophie Waldman, quienes al cierre de esta edición todavía no recurrían al organismo, se encontraban organizando un sindicato al momento de su desvinculación.
En un comunicado, Google expresó a Digital Trends que «despedimos a cuatro personas ligadas en violaciones intencionales y a menudo repetidas de nuestras políticas de seguridad de datos por largo tiempo, incluido el acceso sistemático y la difusión de los materiales y el trabajo de otros empleados. Nadie ha sido despedido por plantear inquietudes o cuestionar las actividades de la compañía”.
Jeffrey Hirsch, quien se desempeña como profesor de Derecho en la Universidad de Carolina del Norte, explicó que casos como este son bastante comunes, lo cual no le quita complejidad. «Hay interrogantes válidas sobre las motivaciones que tuvo Google. Habrá que averiguar si fueron apartadas por sus actividades o bien por el mal manejo de la información”, comentó.
Asumiendo que el grupo presentará la acusación, el también exabogado de la NLRB señaló que el organismo debe investigar y analizar los hechos, para después entregarle a la empresa la oportunidad de responder.
Según reveló, la entidad a menudo recibe quejas que pueden ser objetables, pero están fuera de los límites de sus atribuciones, como la cooperación de Google con el Pentágono o el plan para desarrollar un motor de búsqueda para China, por lo que terminan siendo desestimadas.
Otro factor importante a considerar serán los antecedentes previos: si otros trabajadores han sido despedidos de Google por razones similares o si la empresa puede demostrar que estas personas ya habían sido amonestadas, no tendrán mucho que hacer ante la NLRB, enfatizó Hirsch.
Como sea, este tipo de casos se resuelve de tres maneras: pueden se reintegrados, recibirán un pago por los meses (o, más probablemente, años) que deberían haber seguido en la compañía o bien Google tendrá que publicar un aviso que indique cómo violó la ley y que no lo volverá a hacer.
El académico finalizó diciendo que, más allá de las interpretaciones legales, es relevante observar cómo la imagen de Google se ve afectada por este tipo de causas, a la que se suma la contratación de la consultora antisindical IRI Consultants. «Esto contradice la forma en que la compañía intenta mostrarse públicamente”, remató Hirsch.