Una reciente investigación científica realizada por paleontólogos de la Universidad de Maryland concluyó que el tiranosaurio rex, uno de los dinosaurios carnívoros más voraces durante la era Jurásica, no tenía la capacidad de correr como hasta ahora se creía.
Durante años, muchos imaginamos a este gigante de la prehistoria corriendo fugazmente y como un cazador de alto calibre, como incluso lo hemos visto en conocidas películas del cine.
Sin embargo, el estudio indagó sobre las características físicas del voraz reptil y concluyó que, debido a su gran tamaño y peso, le era complejo moverse a alta velocidad.
Los investigadores plantearon que, durante la evolución de la especie, los huesos de sus piernas se habían doblado debido al peso que cargaban.
Para llegar a dichas conclusiones, los expertos utilizaron una tecnología llamada N8 High Performance Computing (HPC), gracias a la cual se creó un software para estudiar al gigante.
En 2017, un grupo de investigadores de la Universidad de Manchester, liderados por William Sellers, combinaron dos técnicas biomecánicas para analizar los detalles corporales del T-rex. La primera es conocida como análisis dinámico multicuerpo, mientras que la segunda se llama análisis de estrés esquelético, con las que se pudo crear un modelo más complejo.
Los resultados arrojaron que las cargas esqueléticas del animal era muy altas, por lo que cualquier carrera simple (como las que vemos en las películas), podría haber roto las piernas del animal.
Sellers explicó que «la capacidad de correr del T-rex era limitada y no podía perseguir a su presa en una persecución de alta velocidad. Esto contradice los atributos de depredador y persecutor que se tenía le atribuían a este tipo de dinosaurios bípedos».
La investigación realizada por los expertos de la Universidad de Maryland utilizó los mismos métodos del anterior estudio y llegó a nuevas conclusiones con respecto a las capacidades físicas.
El líder de la investigación, Thomas Holtz siguiere que las patas en realidad evolucionaron e hizo al reptil más maratonista que corredor.
¿Qué significa esto? Que el animal tenía una estructura ósea especial en sus piernas que le permitía caminar por largas distancias, pero no así correr. La denominación de maratonista es porque los expertos notaron que el dinosaurio resistía más distancias caminando que realizando corridas de alta velocidad.
En palabras de los investigadores «las patas más largas se asociaron con velocidades máximas más altas en dinosaurios pequeños, no así en los de mayor tamaño. Un cuerpo más grande puede limitar la velocidad, por lo que las grandes especies de dinosaurios con las patas más largas no eran más rápidas que sus hermanos pequeños».
Finalmente, determinaron que esta característica les permitía a los dinosaurios de gran tamaño ahorrar energía al caminar, por lo que podían pasar semanas buscando comida sin detenerse por agotamiento.