Diciembre de 2019 se convirtió en el mes en que Netflix versionó la popular saga creada por Andrzej Sapkowski The Witcher, que tiene como protagonista a Geralt de Rivia, también llamado Lobo Blanco, y que emprende un largo viaje a través de los Reinos del Norte para capturar una galería variopinta de monstruos.
Esta popular saga tomó real fuerza con los videojuegos, gracias al equipo desarrollador de CD Projekt RED y que tuvo a su pináculo con el juego The Witcher 3: Wild Hunt. Estrenado el 19 de mayo de 2015, tuvo soporte para computadoras con Windows y para las consolas PlayStation 4 y Xbox One.
Resulta que la transmisión de la serie en la plataforma de streaming ha subido los bonos de los nostálgicos, que han llegado en masa a Steam para jugar, según establece el sitio Playtracker Insight.
El juego alcanzó los 48,000 jugadores simultáneos, una cifra que no se veía desde 2016, y además se registraron más de un millón de partidas en las diferentes consolas y sobre todo en PC, donde el juego original ha tenido más reproducciones que las expansiones GOTY y Complete.
Incluso el protagonista de la serie, Henry Cavill, reconoció en entrevista con NME que también prefiere la PC para emular la saga en videojuegos y además admitió que «me siento a jugar a videojuegos durante cantidades de horas realmente ridículas».
Mi padre me inculcó jugar en la computadora cuando era muy, muy pequeño«. De hecho, Cavill afirmó que quiere hacer su propio PC: «No me he aventurado en la construcción de mi propio ordenador. Ese será el próximo proyecto, tan pronto como encuentre el tiempo suficiente – y el valor – es posible que me haga mi propio PC«.
Pero no solo The Witcher 3: Wild Hunt llegó a cifras extraordinarias tras las exhibiciones en Netflix, ya que el primer juego homónimo tuvo un tráfico simultáneo de más de 5,000 partidas y The Witcher 2: Assassins of Kings saltó a más de 3.000 jugadores al mismo tiempo, duplicando su alza anterior de 2019.