El impuesto fue aprobado el pasado 1 de junio por el Departamento de Finanzas de la cuidad, como una extensión del actual impuesto de entretenimiento que se cobra al ser cliente de servicios de cable TV. A partir de hoy, Chicago añadirá a la cuota mensual de estos servicios de streaming un cargo adicional de 9%.
El nuevo impuesto se cobrará a cuentas personales tal como comerciales y eso tiene a muchos negocios preocupados. Varias empresas de la industria tecnológica basadas en Chicago han criticado al alcalde Rahm Emanuel y a la cuidad por crear un ambiente que ellos ven como menos atractiva para nuevas empresas. Aunque los empresarios entienden que la ciudad necesita agregar ingresos, ellos creen que hay mejores maneras de realizarlo.
Michael Reever, videpresidente de la Cámara de Comercio de Chicago, criticó al impuesto asegurando que es una solución inadecuada a un problema fiscal más grande. Por su parte, un portavoz de Netflix ya confirmó al Chicago Tribune que la empresa pasará el costo adicional a sus suscriptores.
Analistas en Chicago estiman que la cuidad podrá ganar hasta $12 millones de dólares al año debido a la nueva ley.
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