El perro mapache, es un can de aspecto muy semejante a los mapaches, y que vive en China, la península de Corea y Japón y que desde la década de los 40 ha crecido en comercialización especialmente de su piel, proliferando en los mercados exóticos. Hoy un estudio lo está sindicando como el culpable del paso del COVID-19 de los animales a los humanos.
“No hay forma de saberlo con certeza porque nunca se analizaron los animales vendidos en el mercado. Pero las muestras tomadas de las jaulas y carros utilizados para albergar y transportar a los perros mapache en el mercado de mariscos de Huanan, China, a finales de 2019, contenían rastros del virus”, dijo Chris Newman, biólogo, ecologista e investigador asociado de la Universidad de Oxford, y coautor del artículo, según USA Today.
“En lo que respecta a los virólogos, mirando la cepa evolutiva del propio virus, es perfectamente razonable que (el SARS-CoV-2) evolucionara en un murciélago y luego se propagara a través del perro mapache como intermediario principal”, añadió el científico.
Los animales son “sacrificados por encargo y no de una manera especialmente agradable”, dijo Newman, según USA Today. En las granjas peleteras, los perros mapache y los zorros son despellejados vivos o electrocutados; en los mercados, el vendedor los descuartiza con un cuchillo, proporcionando lo que los consumidores considerarían la carne más fresca posible.