El nuevo coronavirus causante del COVID-19 no viene de un laboratorio, es decir, no se creó por la intervención de científicos, sino que tiene un origen natural. Es la confirmación que ha hecho el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“Todas las publicaciones que hemos visto apuntan a que es algo que se ha generado de manera natural”, explicó la cabeza del órgano de salud dependiente de Naciones Unidas.
La OMS, a través de su director general, se había pronunciado anteriormente sobre el daño causado por la desinformación en un contexto de emergencia sanitaria.
En febrero de 2020, antes de que se diera la declaratoria de pandemia, Adhanom Ghebreyesus declaró que la infodemia ya estaba obstaculizando las medidas de contención del brote, además de que provocaba división “en un momento en el que necesitamos ser solidarios y colaborar para salvar vidas y poner fin a esta crisis sanitaria”.
Más recientemente, en septiembre de 2020, en un comunicado conjunto con otras instituciones internacionales, la OMS dijo que el COVID-19 es la primera pandemia de la historia en la que se emplea a gran escala la tecnología y las redes sociales para ayudar a las personas a mantenerse seguras, informadas, productivas y conectadas.
“Al mismo tiempo, la tecnología de la que dependemos para mantenernos conectados e informados permite y amplifica una infodemia que sigue minando la respuesta mundial y comprometiendo las medidas para controlar la pandemia”, precisaron los organismos.
También hicieron un llamado a los estados miembros de la OMS para que elaboren y apliquen planes de acción con el propósito de hacer frente a la desinformación.
“Los instamos a colaborar con sus comunidades y escucharlas durante la elaboración de sus planes de acción nacionales, así como a empoderarlas para que encuentren soluciones y se muestren firmes contra la información errónea y falsa”, finalizaron.