Norman Abramson, pionero en el desarrollo de redes inalámbricas, murió el 1 de diciembre en su casa, en San Francisco, a los 88 años de edad. De acuerdo con The New York Times, la causa de su fallecimiento fue el cáncer de piel que padecía y que hizo metástasis en sus pulmones.
Abramson es considerado el padre de las redes inalámbricas modernas porque él y su colaborador Franklin Kuo, además del equipo de estudiantes graduados y profesores que lideró, desarrollaron ALOHAnet, una de las primeras redes inalámbricas que sirvió como base para las redes wifi y cuya estructura todavía se utiliza en satélites, celulares y computadoras.
El proyecto ALOHAnet –una versión inalámbrica más pequeña de ARPAnet– fue desarrollado en la Universidad de Hawái a finales de la década de los sesenta y principios de los setenta. Originalmente se diseñó para transmitir datos a las escuelas en las lejanas islas hawaianas por medio de un canal de radio. Pero la tecnología permitió a muchos dispositivos enviar y recibir datos mediante ese canal de radio compartido.
Abramson fue experto en teoría de las comunicaciones, una disciplina en la que convergen las matemáticas, la teoría de la información y la semiótica. Estudió en Harvard e hizo una maestría en la Universidad de California en Los Ángeles y un doctorado en Stanford.
Luego se trasladó a Hawái, atraído por su amor al surf. En 1966, ocupó un puesto en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Hawái, donde ascendió hasta convertirse en presidente del Departamento de Informática y Ciencias de la Información, puesto en el que permaneció hasta jubilarse, después de tres décadas.
«Hay muy pocas personas que tuvieron un impacto tan significativo como Norm en la manera en que todo el planeta se comunica y comparte información hoy», dijo el presidente de la Universidad de Hawái, David Lassner.