En medio del caos que surgió como resultado de la prohibición de refugiados impuesta por la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, Uber se convirtió en el centro de una controversia política el sábado, después de que cientos de usuarios de Twitter usaran el hashtag #DeleteUber para instar a usuarios a borrar la app de la compañía por su falta de apoyo.
El hashtag surgió como una forma de protesta en contra de la compañía de transporte por su decisión de continuar operando, mientras los taxis decidieron realizar una huelga, negándose a recoger pasajeros en el aeropuerto internacional John F. Kennedy en oposición a las órdenes del presidente.
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En respuesta a la creciente controversia, Uber anunció que crearía un fondo de defensa de 3 millones de dólares para ayudar a cubrir los gastos legales asociados con la orden ejecutiva. Sin embargo, todavía no es claro si esta decisión será suficiente para sofocar la creciente ola de protestas de indignados usuarios que continúan borrando de sus teléfonos la aplicación de Uber.
El sábado, la Alianza de Trabajadores de Taxis de la ciudad de Nueva York anunció una suspensión temporal de los viajes de sus conductores hacia el aeropuerto John F. Kennedy, donde varios inmigrantes estaban detenidos en una terminal después de que sus vuelos aterrizaron. Estos fueron liberados cuando un juez intervino para bloquear partes de la orden ejecutiva de Trump.
Pese a esa situación, Uber continuó transportando pasajeros desde y hacia el aeropuerto, aunque se reporta que muchos de ellos eran manifestantes que se dirigían hasta el aeropuerto en apoyo de los detenidos.
El CEO de Uber, Travis Kalanick, expresó su preocupación por la prohibición en un memo a los empleados el sábado, diciendo que afectaría a «muchas personas inocentes», y que la compañía exploraría cómo compensar a los empleados afectados. Kalanic es miembro del grupo de asesoramiento económico de Trump y ha prometido en repetidas ocasiones trabajar con el presidente para resolver problemas relacionados con la movilidad urbana, relación que provocó la ira de activistas.
Interesantemente, los conductores de Lyft también ofrecieron viajes durante la huelga, pero el hashtag #DeleteUber empezó a ser un trending topic después de que Uber twiteó que suspendería temporalmente el aumento de los precios, en reconocimiento de que la demanda sería inusualmente alta.
El domingo por la mañana, Lyft manejó la situación de una sagaz manera, prometiendo donar 1 millón de dólares a la Unión Americana de Libertades Civiles, organización que luchó con éxito por una suspensión de la prohibición, y garantizó la liberación de refugiados que habían quedado atrapados en tránsito a su llegada a este país.