La Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) inició una investigación contra Google por el despido de los llamados «Cuatro de Acción de Gracias», empleados que promovieron la implementación de un sindicato y que fueron desvinculados en la previa de las celebraciones del Thanksgiving de 2019.
Así lo confirmó el propio organismo a Digital Trends sobre la situación de los ingenieros Rebecca Rivers, Laurence Berland, Paul Duke y Sophie Waldman, quienes fueron reconocidos por sus pares como activistas en pro de los derechos de los trabajadores y haber sido apartados por la búsqueda de “una organización laboral protegida».
La acción de la NLRB no garantiza ningún tipo de resarcimiento. Sus investigadores tendrán que consultarle al gigante tecnológico y determinar si el caso tiene «mérito», es decir, si existe suficiente evidencia razonable para proceder con los cargos o si tuvo una causa de peso para desligar a estas personas.
Consultado por el mismo medio, Google reiteró la declaración enviada una vez conocida la decisión de separar a los empleados: estas personas «estaban involucradas en violaciones intencionales y a menudo repetidas de nuestras políticas de seguridad de datos de larga data, incluido el acceso sistemático y la difusión de los materiales y el trabajo de otros empleados. Nadie ha sido despedido por plantear inquietudes o debatir las actividades de la empresa».
Rivers, Berland, Duke y Waldman negaron los cargos y aseguraron que incluso la firma lo reconoció. En su acusación, también alegan que Google apuntó específicamente a ellos para investigaciones e interrogatorios mediante la aplicación retroactiva de nuevas «reglas de protección de datos».
En una queja presentada el 5 de diciembre, los Trabajadores de Comunicaciones de América (CWA) y la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO) enfatizaron que la empresa “participó en conducta ilegal para desalentar a los empleados a participar en actividades protegidas concertadas y sindicales».