Que el anuncio de tu marca aparezca junto a un vídeo polémico, extremista o que incite al odio no es que sea plato de buen gusto.
De hecho, es lo primero que una marca quiere evitar.
Sin embargo, según detalla el CBO y vicepresidente de Google, Philipp Schindler, en el caso de YouTube se trata de “un problema pequeño”, según ha explicado a Recode. Es más, el ejecutivo asegura que la publicidad que aparece junto a videos extremistas en YouTube afecta a menos del 0.001% de los anuncios de las grandes firmas que se publican en la plataforma online.
Aunque, según Schindler, que este porcentaje sea tan irrisorio no significa que Google no se preocupe por ello. “Cuando descubrimos que los anuncios se han ejecutado junto a contenido que no cumple nuestras políticas, los eliminamos inmediatamente”, asegura.
No obstante, el foco sigue estando sobre este tema, le guste o no a Google. Es más, algunos anunciantes decidieron suspender su actividad publicitaria en YouTube, sobre todo después de un artículo publicado en Time al respecto.
Aunque, según Schindler, las consecuencias no resultaron tan catastróficas. El CBO de Google asegura que algunas firmas decidieron seguir apostando por la plataforma de vídeos e incluso que otras optaron por volver de nuevo.
Además, al parecer el problema radica en que la colocación de la publicidad es automática, es decir, el anunciante puede señalar el target o público al que quiere dirigirse, pero eso no siempre evita que el anuncio se publique junto a un contenido que no sea del todo adecuado.
Pero, sea como fuere, Google ha movido ficha rápidamente después del boicot publicitario a YouTube. Y lo ha hecho creando un nuevo sistema que permitirá a las empresas verificar los estándares de calidad de los anuncios. Y no sólo eso. Además, Google ha decidido ampliar la definición de lo que considera contenido ofensivo. Tal vez así evite que otros anunciantes huyan de YouTube y, por consiguiente, perder ingresos publicitarios.