Uno de los principales temores que enfrentan países que están en plena fase de desescalamiento, como España, Italia o Corea del Sur, es qué pasa con los pacientes recuperados de coronavirus. ¿Pueden contagiarse nuevamente? En ese caso, ¿pueden infectar nuevamente a otras personas?
Lo cierto es que un estudio del Centro de Control y Prevención de Enfermedades coreano (KCDC), sindica que quienes ya tuvieron COVID-19 y que vuelven a adquirirlo y salir positivo, ya no pueden infectar a nadie.
Se investigaron los casos de 285 supervivientes de coronavirus que habían vuelto a resultar positivos después de que su enfermedad, aparentemente, ya estuviera superada.
Los científicos del KCDC encontraron un total de 790 contactos, ninguno de los cuales dio positivo como resultado de estar expuesto a los pacientes «reinfectados».
Además, las muestras de virus recogidas de los pacientes que volvieron a tener COVID-19 solo estaban «desprendiendo» partículas de virus muertos y encontraron anticuerpos neutralizantes.
«Bajo los nuevos protocolos, no se requieren test adicionales para los casos que hayan pasado el tiempo de aislamiento», señaló el KCDC surcoreano. Algunos pacientes han llegado a dar positivo en el virus hasta 82 días después de ser infectados.
Eso sí, el KCDC fue cauteloso sobre cómo tratar este tipo de casos: «La notificación e investigación de casos positivos y la investigación de contactos de casos positivos se continuarán como antes para fines de investigación e investigación. Sin embargo, según las recomendaciones de los expertos, la terminología para referirse a tales casos cambiará de ‘repositiva’ a ‘PCR redetectada’ después del alta del aislamiento».
Otra investigación reciente de Singapur mostró que los pacientes recuperados de SARS tienen «niveles significativos de anticuerpos neutralizantes» entre nueve y 17 años después de la infección inicial, según expertos del Duke-Nus Medical School.
El estudio de KCDC mostró que, a pesar de los anticuerpos, el 44 por ciento de la población «reinfectada» tenía síntomas como tos o dolor de garganta.
Esto ayudaría a generar más confianza en los familiares cercanos de las personas que ya estuvieron contagiados, ya que no habría riesgo de infección.
Sin embargo, aún falta que pares de otros países y laboratorios puedan hacer los estudios de estas investigaciones.