Un estudio realizado por investigadores de la Universidad McMaster, en Canadá, encontró que consumir al menos dos raciones de pescado azul a la semana reduce el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular en pacientes con condiciones preexistentes.
La investigación se basó en una revisión de varios estudios realizados a 192,000 personas en 60 países distribuidos en prácticamente todos los continentes, de los cuales 52,000 padecen alguna enfermedad del corazón.
Los expertos aseguraron que su investigación es la más exhaustiva sobre los beneficios de consumir este alimento en pacientes que padecen enfermedades del corazón, pues además de lo extensa de la muestra, se incluyeron datos de pacientes de diferentes estratos económicos.
Los resultados fueron publicados en la revista JAMA Internal Medicine en su edición de marzo.
En sus conclusiones, el doctor Andrew Mente, coautor principal del estudio, destacó que incluir pescado azul (atún, anchoas, sardinas o cazón, entre otros) al menos dos veces por semana reduce en una sexta parte el riesgo de desarrollar un episodio de alto riesgo, como un infarto, en pacientes con condiciones preexistentes.
El beneficio está relacionado con el aporte de ácidos grasos Omega-3 que proporciona este alimento.
“La investigación indica que el aumento del consumo de pescado y, en particular, de pescado azul en pacientes con enfermedades cardiovasculares puede producir un beneficio modesto”, destacó el especialista.
Agregó que las personas que con menor riesgo de enfermedades cardiacas también mostraron un efecto positivo, sin embargo, la reducción de riesgos fue menos pronunciada.
No se reportaron beneficios sobre la ingesta de pescado azul en pacientes sin afecciones del corazón.