Del amor al odio, dicen, sólo hay un paso. Y puede que haya sido eso lo que le ha ocurrido a Donald Trump con Amazon.
El actual presidente de los Estados Unidos ha estado cargando duramente contra el gigante del e-commerce, capitaneado por Jeff Bezos.
Sin embargo, antes de convertirse en presidente, parece que el equipo de Trump no tenía ningún problema con la compañía online.
Bueno o, al menos, no lo tenían los dirigentes de su campaña presidencial. Según publica CBS, dicha campaña gastó más de $150,000 dólares en compras a través de Amazon.
A través de la Federal Election Commision se han encontrado compras por valor de 158,498 dólares en Amazon clasificadas como material de oficina. Y no sólo eso, sino que, al parecer, el comité presidencial continuó comprando a través de la plataforma online después de las elecciones.
Sin embargo, Trump acusa a Amazon de no pagar una parte justa de los costos de envío e impuestos.
Pero todo apunta a que, aunque a Trump no le gusten algunas políticas de Amazon, no encontró inconveniente ninguno en que su equipo compre a través de dicha página web.
Trump, «obsesionado» con Bezos
No obstante, el malestar de Trumpo ahora con Amazon es obvio. El propio presidente del Gobierno de los Estados Unidos ha usado su cuenta de Twitter en alguna ocasión para mostrar su postura.
“Amazon está haciendo un gran daño a los minoristas que pagan impuestos”, escribió el pasado agosto.
Pues bien, la aversión de Trump, lejos de disiparse con el tiempo, está yendo incluso un poco más allá.
Es más, el presidente estadounidense estaría “obsesionado” con Amazon, según apunta la web Axios. Al parecer, Donald Trump consideraría que el gigante del e-commerce es una influencia muy negativa para los minoristas y pequeños vendedores y, por ello, estaría considerando un cambio en el estado tributario de Amazon o una ofensiva a través de ciertas reglas antimonopolio.
Por otro lado, si el propio Jeff Bezos o su equipo financiero y legal temen, o no, a las posibles medidas de Trump se desconoce de momento. Pero, sinceramente, dudamos mucho de ello.
Sin embargo, tal y como apunta Business Insider, la verdad es que, aunque Amazon ya impone el impuesto estatal aplicable a las ventas sobre sus bienes o artículos, cuando se trata de un tercero que usa la plataforma de Amazon para vender sus productos, le corresponde a éste cobrar el impuesto y muchos, al parecer, no lo recaudan. Y, claro, eso molesta, y mucho, a Donald Trump.
No obstante, Axios también asegura desconocer realmente los planes del presidente de los EEUU para ir tras Amazon, ni cómo esos posibles planes o medidas podría realmente afectar al gigante de ventas online.
Habrá que esperar para ver si tanto Trump como Bezos se pronuncian al respecto y si realmente el Gobierno estadounidense busca la manera de poner entre las cuerdas a Amazon.
Sin duda, la antipatía está clara y sólo es cuestión de tiempo poder hasta qué punto puede llegar ese sentimiento.