Nayib Bukele, presidente de El Salvador, está cumpliendo su promesa de hacer que el bitcoin sea una moneda oficial en el país. Por ello, se comenzó con la instalación de cajeros automáticos que convertirán la moneda electrónica en dólares.
Bukele utilizó Twitter para hacer el anuncio, en el que explica que todos los bitcoin se podrán retirar de estos cajeros automáticos en forma de dinero en efectivo. Además de los 200 cajeros, también habrá 50 sucursales en las que se podrán hacer tanto retiros como depósitos hacia y desde la billetera electrónica de los ciudadanos.
El presidente salvadoreño destaca que todos estos movimientos financieros se harán sin comisiones y mediante el uso de una aplicación llamada Chivo, con la que las personas gestionarán la billetera electrónica. Según Bukele, al año se pagan más de $400 millones de dólares en comisiones por retiro de dólares en El Salvador.
Nayib Bukele además se ha dedicado a resaltar que el uso del bitcoin será una alternativa, mas no una imposición del gobierno ni nada por el estilo. Aunque sí quieren fomentar la moneda electrónica, por lo que cada persona salvadoreña que descargue Chivo recibirá $30 dólares de regalo para utilizarlos como mejor le parezca.
Un salvadoreño en el exterior podrá enviar dinero INSTANTÁNEAMENTE a su familiar en El Salvador. Podrá enviarle #bitcoin (si quiere) o podrá enviarle DÓLARES, si así lo desea.
Si no quiere, siempre puede ir a hacer cola a Western Unión y pagar comisión. No hay ningún problema.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) August 23, 2021
Bukele también acusa a la oposición de El Salvador de intentar boicotear esta ley, pero que “una vez en vigencia, la gente verá los beneficios” y sus opositores “quedarán como mentirosos y perderán doble”.
Lo cierto es que esta ley a favor del bitcoin, promulgada en junio y que se hará efectiva en septiembre, es una de las grandes apuestas de Nayib Bukele. Quizá no tanto por la modernización que implica el uso de una moneda electrónica, sino por los potenciales beneficios que podría entregar a los salvadoreños que no tienen acceso a la banca tradicional.