Un nuevo escándalo empaña varias democracias latinoamericanas, después de que la ONG chilena Derechos Digitales analizara 400 GB de información filtrados en julio pasado.
El equipo publicó un nuevo reporte que sintetiza y analiza la información de cientos de correos electrónicos y documentos de la empresa italiana Hacking Team, que se filtraron el año pasado.
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Este reporte no cae nada bien en la opinión pública, ya que en las últimas dos semanas, otros dos escándalos han tocado algunos países latinoamericanos.
Los Panama Papers y la historia del hacker que confiesa haber manipulado varios procesos electorales latinoamericanos, dejaron mal parados a muchos gobiernos.
Hacking Team proporcionaba software malicioso a sus clientes, que se podían instalar en celulares o computadores y que puede acceder a todo tipo de información, incluyendo la posición geográfica de los usuarios.
En su análisis, Derechos Digitales concluye que “el uso de “Remote Control System”, no se ajusta a los estándares legales de cada país, a la vez que parece transgredir también las normas internacionales sobre derechos fundamentales”.
Usualmente, para interceptar a los ciudadanos y sus comunicaciones privadas, se requiere de una orden judicial. Hacking Team había utilizado como intermediarios a otras empresas pues siendo una empresa italiana, no puede exportar cierto software.
Hasta la fecha en que se dio a conocer la filtración, 7 países de América Latina eran clientes de Hacking Team: Honduras, México, Colombia, Panamá, Ecuador, Brasil y Chile.
Otros países como Argentina, Guatemala, Paraguay, Uruguay y Venezuela habrían neociado por la empresa pero no se sabe si concretaron los negocios.
Derechos Digitales cuestiona el hecho de que gobiernos latinoamericanos hayan utilizado este tipo de medidas, pues el historial de autoritarismos y violaciones a los derechos humanos en esta región han sido significativos en la historia reciente.
Pero no solamente América Latina fue salpicada. También Uzbekistán, Arabia Saudita y Sudán son clientes de esta empresa, y según el centro de pensamiento Freedom House, hacen parte de los peores países para ejercer las libertades democráticas.
Cabe resaltar que Colombia, México y Turquía son algunos de los peores países dónde ejercer la profesión del periodismo, según el Comité para la Protección de Periodistas.
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El reporte cuestiona el uso del software en Colombia y México para vigilar y espiar periodistas y miembros de la oposición.
En Ecuador, se habría utilizado para espiar a la oposición y en Panamá se habría utilizado puntualmente para interceptar las comunicaciones durante las elecciones en el 2011, a través de un sistema llamado Galileo.
A pesar de los escándalos y de la filtración, la empresa sigue operando y no ha habido investigaciones al respecto en ninguno de los países afectados. Ese es posiblemente uno de los párrafos más escalofriantes en el reporte.