Aunque los ingredientes no varían (café y agua), en el mercado encuentras un sinfín de cafeteras para preparar el café de muy distintas maneras. El resultado con cada una de ellas es muy diferente. Queda más suave si utilizas el método filtrado o «por goteo», mucho más fuerte el expreso y menos ácido si se prepara en frío. ¿Cuál es el mejor café según su forma de elaboración? Los tres procesos difieren en sabor y contenido de cafeína, pero todo depende de lo que te guste. Te contamos todos los detalles para que los pruebes y te decidas por ti mismo.
También te podría interesar
Café por goteo o filtrado
Mientras que el término «café» engloba casi todo lo que se prepara a partir de granos de café tostados –incluidos el café expreso y el preparado en frío (Cold Brew)–, este término se utiliza con mayor frecuencia para referirse al café por goteo. Aunque no estés familiarizado con el término «café por goteo», es probable que ya lo hayas tomado. Este es el tipo de café que probablemente elaboras cada mañana en tu casa, y se conoce también como americano. El agua caliente se vierte sobre los granos de café molidos, luego se filtra a través de un filtro y se introduce en la cafetera. Se puede tomar negro (sin ingredientes añadidos) o con leche o azúcar.
El café por goteo es una de las formas más populares de consumir cafeína por varias razones. Las máquinas de café por goteo son relativamente baratas, son fáciles de utilizar y pueden preparar una taza de café en solo unos minutos. A diferencia del expreso, con este método también es muy fácil preparar una gran cantidad de café de una vez, lo que significa que puedes servir a varias personas a la vez con el mínimo esfuerzo.
La cantidad de cafeína en tu café por goteo variará dependiendo de varios factores, como el tueste y la proporción de agua con respecto a los granos de café que utilizas, pero de media, obtendrás alrededor de 110 miligramos de cafeína en una taza de café de 6 onzas.
Expreso
El expreso también se hace con granos de café molidos y agua caliente, pero el proceso es un poco más complicado que con el café por goteo. Se elabora con granos de café finamente molidos que se compactan en un pequeño portafiltros en forma de disco. El agua caliente pasa a través de este portafiltro usando alta presión, y el resultado es un café más denso y más amargo. A diferencia del café por goteo, en el que algunos de los principales factores que influyen en el sabor son la cantidad de agua y de granos, el expreso se puede ajustar a tu gusto. La finura del grano molido, la dosis de café molido empleado y el tamaño (corto, largo…) juegan un papel importante en el sabor. En general, sin embargo, un expreso será más amargo que una taza de café americano y a menudo menos de la mitad de su tamaño.
Sin embargo, eso no significa que el expreso reduzca la cafeína. De hecho, es básicamente una taza de café concentrado. Contiene aproximadamente 50 miligramos de cafeína por onza, mucha más que una taza de café americano pese a ser menos cantidad. En otras palabras, solo necesitas beber alrededor de 2 onzas de café expreso para obtener la misma cantidad de cafeína que viene en una taza de café normal.
Mientras que mucha gente disfruta del expreso solo, también es la forma más versátil de elaborar café y se prepara de muy diferentes formas, desde cafés con leche hasta capuchinos y macchiatos.
Infusionado en frío (Cold Brew)
Hay diferentes formas de hacer café helado. Si bien el método más sencillo es el de preparar el café caliente y luego verterlo sobre hielo, hay que mezclar un café extra fuerte o utilizar cubitos de hielo hechos de café para evitar una bebida aguada. El método preferido para hacer café helado es hacer una infusión fría. El problema aquí, sin embargo, es que es, con mucho, es la forma más lenta de hacer café.
Al igual que otros tipos de café, la infusión fría se hace con granos molidos y agua. El proceso es simple, pero es lento. Remojas los granos de café molido en agua durante unas 12 horas —algunas recetas requieren hasta 24 horas— y luego cuelas la mezcla en un recipiente. Este método proporciona una bebida muy diferente a una taza de café normal. El mayor tiempo de extracción da como resultado una bebida más suave y menos ácida. Y como la cafeína es más soluble en agua caliente, la gente tiende a usar más granos cuando prepara café frío. Esto hace que sea ligeramente más espeso y concentrado, y a menudo se diluye con leche o agua.