La icónica empresa iRobot, pionera de los robots de limpieza doméstica con su línea de aspiradoras Roomba, ha entrado en insolvencia según fue anunciado el domingo 14 de diciembre. La compañía de 35 años de antigüedad, fundada por tres robóticos del MIT en 1990, será adquirida completamente por Picea Robotics, su principal fabricante y acreedor, a través de un proceso de reorganización bajo Capítulo 11.
El colapso de iRobot representa una caída dramática para una empresa que alguna vez fue valuada en más de $3 mil millones durante el pico pandémico. Actualmente cotiza alrededor de $137 millones, con sus acciones experimentando una caída del 83% en operaciones previas a la apertura tras el anuncio.
La empresa había enfrentado presión financiera creciente desde meses atrás, señalando en reportes trimestrales una posición de efectivo crítica. Aproximadamente $24.8 millones en efectivo disponible al 27 de septiembre contrastan con los $40.6 millones de apenas tres meses anteriores. Con ingresos cayendo un 25% año sobre año en Q3 2025, iRobot no tenía opciones viables de capital adicional.
El fracaso del acuerdo de adquisición de Amazon por $1.4 mil millones en enero de 2024 fue catastrófico para la compañía. Aunque iRobot recibió $94 millones en compensación por el trato cancelado, el dinero fue destinado a honorarios de asesores y deuda existente. Posteriormente, nuevas presiones surgieron: competencia intensificada de rivales chinos más económicos como Ecovacs Robotics, así como aranceles estadounidenses del 46% en importaciones desde Vietnam, donde iRobot manufactura.
Bajo el acuerdo con Picea, quien ha fabricado y vendido más de 20 millones de aspiradoras robóticas, la compañía eliminará $190 millones en deuda del 2023 además de $74 millones owed bajo contrato manufacturero. iRobot se convertirá en empresa privada, con sus accionistas experimentando pérdida total. Se anticipa completar el proceso antes de febrero de 2026, sin interrupciones anticipadas en operaciones, aplicaciones o soporte al cliente.