Alexa, Google y Siri pusieron a prueba sus habilidades bilingües en una batalla de traducción. Es que los asistentes inteligentes son sin duda muy útiles para realizar todo tipo de tareas, ya sea como el centro de control del hogar inteligente, para tocar música, responder nuestras preguntas, o para hacernos la vida un poco más fácil coordinando nuestro calendario. Pero para quienes nos desenvolvemos en un mundo bilingüe, a veces tratar de dar instrucciones en uno u otro idioma podría convertirse en motivo de frustración.
Ya sea que tú o algún miembro de tu familia sea bilingüe o multilingüe, o estén aprendiendo un nuevo idioma, es útil cuando tu tecnología puede hacer lo mismo, y la función de traducción que ofrece la inteligencia artificial cada vez se usa con más frecuencia para saber cómo decir frases específicas en otros idiomas. Pero ¿alguna vez te has preguntado qué tan preciso es realmente tu asistente inteligente?
Pensando en esto, la agencia de traducción en línea One Hour Translation reunió una lista de las 60 frases más conocidas del mundo, y comparó la capacidad de traducción de Alexa en un Amazon Echo, Google Assistant en un Google Home, y Siri en un dispositivo de Apple, traduciendo frases del inglés al español, y también al francés, chino y alemán.
Los resultados son sin duda interesantes. ¿El ganador? Google Home superó a la competencia en la traducción de todos los idiomas, excepto en el chino, una victoria que fue obtenida por el Amazon Echo. Las traducciones realizadas por los asistentes inteligentes se entregaron después a traductores profesionales, y se clasificaron en una puntuación del 1 a 6. La siguiente gráfica muestra la puntuación de traducción promedio de cada dispositivo.
Como puedes ver, si nos enfocamos en el idioma español, Google Home alcanzó un promedio de 5.15, mientras que Siri anotó 4.64, seguido muy de cerca por Alexa, con solo 4.56. En francés, Google tuvo 4.72, mientras que Siri anotó 4.24 y Alexa tuvo 4.16. Google Home solo promedió 3.97 para el chino, mientras que Alexa anotó 4.12 y Siri anotó 3.85. Finalmente, Google Home clasificó como el más alto para el alemán con una puntuación de 4.74, con Alexa llegando a los 4.27 y Siri con 4.11.
Las frases utilizadas para esta prueba incluían citas de películas famosas, y frases de discursos conocidos. La variación en las traducciones se basa en el tipo de NMT, o tecnología de traducción automática neuronal, que utiliza cada dispositivo inteligente. Alexa utiliza Microsoft Translator para sus traducciones automáticas, mientras que Google Home utiliza la tecnología patentada de Google.
Una cosa que los asistentes supuestamente no pueden hacer es comprender idiomas mixtos (como el “Spanglish”). Por ejemplo, en el caso de Google, si el primer idioma programado es inglés, puedes dirigirte a Google con “OK, Google” o “Hey, Google” y luego comenzar a hablar en el segundo idioma. Pero, según la compañía, la bocina no entenderá un comando mixto como “Oye Google, ¿puedes decirme how is the weather?”
La traducción automática sigue siendo un asunto delicado debido a la increíble cantidad de significados potenciales que tiene una frase dada. Casi ninguna frase en un idioma tiene una traducción literal directa, pues es necesario que tener en cuenta variables como el contexto, los dialectos y una variedad de otros factores. Sin embargo, One Hour Translation está trabajando con varios proveedores de NMT para mejorar la eficacia de las traducciones automáticas en el futuro.
Según la Sociedad Lingüística Americana, actualmente existen alrededor de 7,000 idiomas hablados en el mundo. Solo en los Estados Unidos, los residentes hablan alrededor de 350 idiomas diferentes, según los datos del Censo, y aproximadamente uno de cada cinco residentes habla un idioma distinto al inglés en su hogar.
Algunos países incluso tienen más de un idioma nacional, y muchos de los residentes en esas naciones hablan varios idiomas oficiales. Tomando eso en cuenta, tal vez no te sorprenda saber que más de la mitad de la población mundial habla al menos dos idiomas, lo que significa que, en realidad, es más común ser bilingüe en el mundo que ser un usuario de Internet.