El audio Hi-Res de alta de resolución o incluso música de alta resolución., como quieras llamarlo, es un formato que va mucho más allá de tu colección de archivos MP3 y que crecientemente se está haciendo un espacio en distintos reproductores. ¿Qué es exactamente el audio Hi-Res? ¿Qué equipos necesitas? ¿Suena realmente mejor? Aquí tendrás toda la información que necesitas para ponerte al día con el audio de alta resolución en un lenguaje simple y claro.
¿Qué significa audio Hi-Res?
Antes, un poco de historia. Desde su introducción, el audio con calidad de CD ha sido el punto de referencia. Desde ese prisma -y en términos simples-, el audio Hi-Res vendría siendo cualquier archivo o formato con una calidad superior a la del CD. Los primeros formatos fueron Super Audio CD (SACD) y DVD-Audio. Ambos se lanzaron en 2000, pero solo se podían reproducir en un número limitado (y caro) de dispositivos. Ninguno consiguió muchos seguidores más allá de círculos de audiófilos duros. La industria, además, usaba indistintamente términos como audio HD y audio Hi-Res, confundiendo a los consumidores.
Desafortunadamente para estos formatos, en 2001 Apple dio un golpe al mundo de la música con su primer iPod. Cualquier impulso a la música de alta resolución fue diezmado con la promesa de Apple de tener “mil canciones en el bolsillo”. Sin embargo, con un espacio de almacenamiento limitado, no había posibilidad de incluir archivos de alta resolución en estos reproductores portátiles.
Para adaptarse a esa cantidad de música, el iPod y otros dispositivos dependían del MP3, un formato que ofrece archivos de bajo tamaño, pero que elimina gran parte de la información del audio con calidad de CD. El audio Hi-Res no pudo competir. Se necesitaron casi 15 años para que el almacenamiento portátil fuera más barato y grande como para albergar archivos (relativamente) grandes.
El renacimiento
Pese a la conveniencia y popularidad de los iPods y los MP3, no todos estaban contentos con estos formatos digitales. El canadiense Neil Young, la leyenda del folk-rock, fue un crítico abierto del MP3 y de su mayor proveedor, el iTunes de Apple.
Sus reclamos finalmente lo llevaron a la acción. En 2012 mostró un prototipo inicial de PonoPlayer, un dispositivo portátil capaz de reproducir audio de alta resolución. En 2014, se lanzó en Kickstarter y tuvo un éxito, recibiendo millones en fondos. El proyecto generó una tienda en línea donde se podía comprar y descargar música de alta resolución. Pero el reproductor y la tienda solo obtuvieron una pequeña audiencia, por lo que cerraron en 2017.
Young no fue el único que notó que los iPod y los MP3 no satisfacían la demanda de música digital de alta calidad. Sony también hizo sus apuestas. Con su enorme influencia de marketing, el gigante japonés lanzó su apoyo a la tecnología de audio de alta resolución, creó un logotipo negro y dorado para identificar los productos compatibles con el formato y comenzó a incluirlo en todo, desde reproductores portátiles hasta receptores de audio y video. Sony entregó el control del logotipo a la Sociedad Japonesa de Audio, que la administra desde 2014. Hoy existe una variedad de dispositivos con capacidad de alta resolución de distintas marcas, que cubren todas las gamas y productos, desde teléfonos celulares hasta auriculares inalámbricos.
¿En qué se diferencian el audio Hi-Res y el CD?
Dijimos que el audio Hi-Res tiene una mejor calidad que un CD. ¿Pero cómo lo logra? Antes de responder eso, aquí hay una guía rápida sobre cómo cuantificar la calidad de la música digital. La calidad del sonido de la música digital se expresa comúnmente con dos valores: profundidad de bits y frecuencia de muestreo. Cuanto más alto sea cada uno de estos valores, mejor será la calidad del archivo.
Frecuencia de muestreo: Expresada en hercios o hertz (Hz), es el número de veces que se toma una muestra (una imagen sonora) de una señal de audio por segundo. A mayor número de muestreos, obtendrás más detalles. Tomar muestras de una señal de audio es como grabar un video de un objeto en movimiento rápido: mientras mayor sea la velocidad de fotogramas (frecuencia de muestreo), capturarás más profundidad y detalles, el producto final será más suave. Por ejemplo, estás filmando un video de un guepardo corriendo por la sabana. A 24 cuadros por segundo, podrás decir que es un guepardo, aunque verás borroso. A 1000 cuadros por segundo, es posible ver todos los bigotes del guepardo, contar sus manchas y notar que su cola está ligeramente doblada hacia el final. Nuevamente, todo se trata de un mayor detalle. El muestreo de audio lo puedes pensar en términos similares.
Profundidad de bits: Se refiere al número de bits de información tomados en cada muestra. Si continuamos con la analogía del video, la profundidad de bits es equivalente a la cantidad de píxeles en cada cuadro de video. Su mayor efecto es en el rango dinámico potencial, la diferencia entre cuán suave puede sonar potencialmente la música alta. En términos prácticos, una mayor profundidad significa que habrá una mayor tasa de bits (o más bits por segundo) involucrada en el archivo. Esto significa archivos más grandes y la necesidad de mayor espacio de almacenamiento.
Esta es la parte importante: la profundidad de bits y la frecuencia de muestreo del audio con calidad de CD es de 16 bits y 44.1kHz, respectivamente. El audio Hi-Res, en tanto, tiene valores de 24 bits y 48 kHz, valores superiores al CD, aunque otros archivos ofrecen aún mayores. Una mayor frecuencia de muestreo y una mayor profundidad de bits deberían entregar más detalles, sutileza y matices en la música y un rango de frecuencia expandido (graves más profundos, agudos más altos). En teoría, todo esto se traduce en música más realista, profunda y rica.
Existe una relación peculiar entre ambos valores que permiten lograr un audio de alta resolución, incluso con una profundidad de bits de solo 1. La clave es aumentar la frecuencia de muestreo de forma espectacular. DSD, el formato de archivo utilizado por los Super Audio CD, solo captura 1 bit de información, pero lo hace a una velocidad de entre 2.8224MHz y 22.5792MHz (512 veces más que el CD de audio), dependiendo de la versión DSD.
¿Cuáles son los tipos de archivos?
Para almacenar audio Hi-Res, necesitas un tipo de archivo que pueda soportar estas profundidades de bits y frecuencias de muestreo. Los MP3 no lo logran, por lo que verás música de alta resolución e formatos como AIFF, ALAC, FLAC, WAV o DSD. El FLAC tiende a ser el más utilizado y el nivel de calidad más común es 24 bits / 96 kHz, aunque algunos archivos FLAC también están disponibles en 24 bits / 192 kHz.
El gran inconveniente de los archivos de música de alta resolución es que tienden a ser enormes en comparación con los MP3. Una canción codificada con FLAC de 24 bits / 192 kHz puede llegar a ser 20 veces más grande que la misma pista en el mayor nivel de calidad MP3 (320 kbps / 44.1 kHz). Para ilustrar: Babylon Sisters, la primera canción del álbum Gaucho de Steely Dan en formato MP3 de 320 kbps ocupa aproximadamente 5.3 MB de espacio. La versión FLAC de 24 bits / 96 kHz ocupa 124 MB. Si no tienes espacio, acá te explicamos cómo puedes transformar tus archivos FLAC a MP3.
Todos estos formatos de archivo son abiertos, por lo que pueden ser implementados por fabricantes de dispositivos sin pagar por licencias. Una buena noticia quienes están preocupados por una guerra de formatos o problemas de compatibilidad.
¿Necesitas un equipo especial?
Sí. En primer lugar, el dispositivo debe tener un convertidor de digital a analógico (DAC) capaz de procesar archivos de audio Hi-Res. Hoy, la mayoría de las computadoras y reproductores Blu-ray cuentan con DAC. No así los teléfonos celulares. La mayoría de los dispositivos Android modernos admiten audio de alta resolución, tanto en software como en hardware, a diferencia del iPhone.
Pero que el dispositivo pueda reproducir archivos de audio de alta resolución, no significa que sonarán mejor que un MP3 de alta calidad. La calidad de un DAC, amplificador, y auriculares o altavoces juega un papel importante. Por ejemplo, aunque la mayoría de las computadoras tienen DAC para procesar archivos de audio Hi-Res, no todos hacen un buen trabajo; incluso cuando lo hacen, la salida de los auriculares puede ser pobre. Los reproductores de música de alta resolución dedicados como los fabricados por Sony, Fiio, Pioneer o la línea ThinQ de LG, son tus mejores opciones: están diseñados específicamente para brindar una excelente experiencia de audio de alta resolución.
Lo mismo ocurre con los audífonos o altavoces. Los que vienen con un iPhone no son lo suficientemente buenos para el audio de baja resolución, y menos en Hi-Res. Necesitas un par de auriculares para apreciar los matices que ofrece la música de alta resolución.
Esto no significa que debas gastar una fortuna para obtener audio de alta resolución. Por ejemplo, un DAC USB de $100 dólares transformará la calidad de sonido que obtienes de tu computadora, incluso con audífonos de precio modesto, como el Sennheiser 558.