Cuando se habla del Monte Everest, probablemente las imágenes que vienen a tu mente sean espectaculares vistas de alturas rocosas cubiertas de nieve, y brillantes cielos azules.
Pues bien, dispuesto a experimentar y compartir este paisaje con el mundo, el cineasta y fotógrafo canadiense Elia Saikaly desafió las heladas noches del icónico lugar para fotografiar un deslumbrante time lapse de la montaña más alta del mundo, y sus cielos llenos de estrellas. El resultado es una película que es tan bella como hipnótica.
«Cuando la mayoría de los escaladores dormían, intenté capturar parte de la magia que los cielos del Himalaya tienen para ofrecer, mientras escalaba la cima del mundo», escribió Saikaly, quien se describe a sí mismo como «explorador y aventurero», en una publicación que acompañaba a su último trabajo.
El cineasta grabó el contenido con una serie de cámaras, incluyendo Canon 1D C, 5D Mark III, 5DS R, y lentes con distancias focales de 11-24 mm, 16 mm y 24 mm. El equipo de dispositivos se instaló en el Campo 2 de la montaña, a unos 6,200 metros sobre el nivel del mar, para capturar el pico del Everest, que se encuentra a 8,848 metros.
«Acampamos y dormimos a 6,000 metros por tres noches consecutivas en la cima del monte Lobuche East, esperando ver el Everest desde ese punto de vista», escribió Saikaly, describiendo la culminación de su experiencia de una forma bastante poética: «Alrededor de las 11 p.m. en la segunda noche, los cielos se abrieron y la cima del mundo se reveló a sí misma en toda su gloria».
El fotógrafo, que pasa gran parte de su tiempo “mirando hacia el cielo”, señaló que nunca había visto la Vía Láctea tan claramente hasta que filmó este metraje, describiéndola como «brillante, vibrante y casi viva».
Como te puedes imaginar, realizar esta proeza no fue sencillo. Tuvieron que lidiar con varios problemas técnicos, como baterías y equipos congelados, así como los obturadores de las cámaras que no funcionaban en las condiciones más extremas. Por supuesto, también fue difícil para el propio Saikaly. «El ambiente a gran altitud es debilitante. Tu cuerpo está en una constante batalla por los bajos niveles de oxígeno. Y cuanto más alto subes, por supuesto, peor te sientes».
Sin embargo, a pesar de las condiciones desafiantes, el cineasta describe el Himalaya como su «zona de confort», explicando que es el lugar donde «la combinación de mi amor por las imágenes, la astrofotografía, la narración de historias, y la conexión con las montañas se intersectan».
Saikaly construyó su película usando Lightroom y Premiere, y como telón de fondo eligió la banda sonora de Dexter Britain “The Time To Run”.