El fotógrafo francés Mathieu Stern recibió un increíble regalo de un ancestro que vivió hace 130 años.
Mientras revisaba unas cajas que había en una casa antigua de su familia, Stern descubrió una misteriosa caja vieja que contenía equipo fotográfico antiguo. Pero además de esas piezas, logró encontrar también tres negativos de uno de sus misteriosos ancestros.
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Dos de esos negativos estaban en muy mal estado y por lo tanto no fueron útiles, pero para su sorpresa, el tercero contenía un auto retrato de un ancestro olvidado a quien Stern decidió llamar Albert Stern.
Sabiendo cómo funcionan los negativos, el fotógrafo tomó una foto del negativo con su moderna cámara, la pasó a sus computadores y después de un par de ajustes se pudo ver la fotografía original en blanco y negro, de un ancestro que murió hace más de 100 años.
Pero Stern decidió no parar allí. El fotógrafo quería tener una idea sobre cómo era la imagen y el entorno en el cual se tomó la fotografía.
Por lo tanto, decidió investigar más sobre un algoritmo que analiza las fotografías en blanco y negro para dar una idea de cómo eran los colores originales.
Stern afirma que dicho programa funciona mejor con fotografías digitales modernas tomadas en blanco yy negro, pero que aun así se arriesgó a experimentar con esta foto antigua.
El resultado de la imagen no fue nada satisfactorio en un inicio, pero le dio a Stern una guía sobre cómo utilizar sus conocimientos en Photoshop para darle color a la imagen.
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Después de utilizar todos los trucos que conoce del programa, Stern logró culminar su misión son una imagen que él cree que representa los colores originales de la escena.
La imagen resultó ser tan buena, que su familia no le creyó cuando les contó que la foto provenía de un negativo de 130 años de antigüedad.