Un fenómeno inusual es el que investiga el Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Heidelberg, ya que análisis de gas de partículas de viento solar indican que este “compuesto” se encontraba encerrado y encapsulado en el núcleo del centro de la Tierra.
Estas muestras tienen más de 4,500 millones de años presentes en la corteza interior y se desprenden de la caída de meteoritos que quedaron ocultos bajo el manto.
El meteorito de hierro fue encontrado en el condado de Washington y se analizó en el Laboratorio Klaus Tschira de Cosmoquímica. Se asemeja a un disco metálico, tiene 6 cm de grosor y pesa aproximadamente 5.7 kilogramos, según el profesor Mario Trieloff, jefe del grupo de investigación geoquímica y cosmoquímica.
Gracias a un espectrómetro de masa de gas noble determinaron que las muestras del meteorito tienen proporciones isotópicas de helio y neón típicas del viento solar.
El doctor Manfred Vogt, miembro del equipo de Trieloff, comentó que “las mediciones tenían que ser extraordinariamente precisas para diferenciar las firmas solares de los gases nobles cosmogénicos dominantes y la contaminación atmosférica”.
Las muestras de viento solar en el centro de la Tierra también se han detectado con gas noble en rocas ígneas de las islas oceánicas de Hawái y que han sido expulsadas del magma caliente de erupciones de grandes volcanes.
Lo importante de la investigación es que el equipo del doctor Trieloff confirmó con sus hallazgos la suposición de que los gases solares nobles en las plumas de manto se originan en el núcleo del planeta y, por lo tanto, significan partículas solares de viento del centro de la Tierra.