Cada cierto tiempo, el calendario universal de la Tierra agrega un segundo al finalizar un año para compensar los efectos que ocurren cuando el planeta gira más rápido, similar a los años bisiestos, que agregan un día al calendario. Sin embargo, en los siguientes 10 años la tendencia podría invertirse y quizá sea necesario no agregar sino quitar un segundo al reloj.
Esto porque, de acuerdo con Time and Date, el planeta se desacelera y en 2021 no ha girado tan rápido como en 2020, en especial entre el 21 de junio y el 31 de agosto del año pasado, cuando los relojes atómicos detectaron algunos de los días más cortos jamás registrados.
La aceleración de la Tierra continuó hasta el tercer trimestre de este año; entonces, el planeta se frenó levemente y la duración promedio de los días fue 0.05 milisegundos mayor que hasta el 31 de junio de 2021.
Si bien el planeta sigue girando más rápido que de costumbre, durante la siguiente década puede ocurrir algo inédito: si la diferencia entre la rotación de la Tierra y los relojes atómicos que miden el tiempo llega a los 0.5 segundos, será necesario agregar un segundo negativo al calendario. O dicho en palabras más simples, habrá que quitar un segundo al año en que esto ocurra.
Al llegar ese momento, lo más probable es que ese segundo se elimine justo en el cambio de año, para pasar de las 23:59:58 del 31 de diciembre directo a las 00:00:00 del 1 de enero. Esto nunca ha ocurrido antes, por lo que hay algunas dudas respecto al impacto que pueda tener, sobre todo en sistemas informáticos (tal como lo que se pensó que pasaría al cambiar del año 99 al 00).
Los cambios en la velocidad de rotación de la Tierra tienen que ver con la órbita de la Luna y, para agregar segundos al reloj, los sistemas de medición están en general preparados. Por el contrario, nunca se había pensado en la posibilidad de quitar un segundo, aunque los entendidos en la materia aseguran que, pase lo que pase, la mayoría de la gente no se dará cuenta del salto de tiempo.