En la Pequeña Nube de Magallanes, el Telescopio Espacial Hubble encontró estrellas primitivas en espiral pertenecientes al cúmulo estelar masivo llamado NGC 346.
Esto puede considerarse un descubrimiento de cómo nacen las estrellas y cómo se van alimentando de gas.
La Pequeña Nube de Magallanes tiene una composición química más simple que la Vía Láctea, lo que la hace similar a las galaxias que se encuentran en el universo más joven, cuando los elementos más pesados eran más escasos. Debido a esto, las estrellas en la Pequeña Nube de Magallanes se queman más calientes y, por lo tanto, se quedan sin combustible más rápido que en nuestra Vía Láctea.
«Las estrellas son las máquinas que esculpen el universo. No tendríamos vida sin estrellas, y sin embargo, no entendemos completamente cómo se forman», explicó la líder del estudio, Elena Sabbi, del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial en Baltimore. «Tenemos varios modelos que hacen predicciones, y algunas de estas predicciones son contradictorias. Queremos determinar qué está regulando el proceso de formación estelar, porque estas son las leyes que necesitamos para entender también lo que vemos en el universo primitivo».
Con solo 150 años luz de diámetro, NGC 346 cuenta con una masa de 50.000 soles.
Aprender cómo se forman las estrellas en la Pequeña Nube de Magallanes ofrece un nuevo giro sobre cómo una tormenta de fuego de nacimiento de estrellas puede haber ocurrido al principio de la historia del universo, cuando estaba experimentando un «baby boom» unos 2 a 3 mil millones de años después del Big Bang (el universo ahora tiene 13.8 mil millones de años).