Investigar que sucedió el primer segundo después del Big Bang será uno de los desafíos del telescopio espacial SPHEREx, acrónimo de Espectrofotómetro para la Historia del Universo, Época de Reionización y Explorador de Hielos. Con este, la NASA podrá escanear todo el cielo cada seis meses y crear un particular mapa del cosmos.
La misión servirá desde 2025 para saber también cómo se forman y evolucionan las galaxias, y para buscar moléculas fundamentales para la formación de la vida, como el agua, encerradas en forma de hielo en la galaxia. Para tales efectos, la agencia espacial estadounidense requiere tecnología de vanguardia cuyos detalles acaban de aprobarse.
Allen Farrington, director del proyecto SPHEREx en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California, aseguró que “estamos en la transición de hacer cosas con modelos informáticos a hacer cosas con hardware real”.
“El diseño de la nave, tal y como está, está confirmado. Hemos demostrado que es factible hasta el más mínimo detalle. Ya podemos empezar realmente a construir y armar las cosas”, celebró en una nota de prensa.
La NASA indicó que para responder a las grandes preguntas sobre el universo, los científicos necesitan mirar al cielo de muchas maneras. Así como equipos como el Hubble de la NASA se construyen para enfocar estrellas individuales, galaxias u otros objetos cósmicos y estudiarlos en detalle, el SPHEREx responde a otra clase de telescopios espaciales. En su caso, observará grandes porciones del cielo y muchos objetos en periodos cortos.
“SPHEREx escaneará más de 99 por ciento del cielo cada seis meses, a diferencia del Hubble, que ha observado alrededor de 0.1 por ciento en más de 30 años de operaciones. Aunque los telescopios de sondeo como SPHEREx no pueden ver objetos con el mismo nivel de detalle que los observatorios dirigidos, pueden responder a preguntas sobre las propiedades típicas de esos objetos en todo el universo”, explicó el organismo.
Con SPHEREx, agregó, los científicos medirán la prevalencia de los materiales que sustentan la vida que residen en los granos de polvo helado de las nubes galácticas, de las que nacen las nuevas estrellas y sus sistemas planetarios. De hecho, los astrónomos creen que el agua de los océanos procede originalmente de ese material interestelar.
“Es la diferencia entre conocer a unas pocas personas individuales y hacer un censo y aprender sobre la población en su conjunto. Ambos tipos de estudios son importantes y se complementan. Pero hay algunas preguntas que solo pueden responderse a través de ese censo”, fundamentó la subdirectora del proyecto SPHEREx, Beth Fabinsky.