Este martes 12 de julio se terminó de completar la historia, ya que la NASA reveló las 4 imágenes que faltaban del Telescopio Espacial James Webb para completar el pool de objetos cósmicos más profundos del universo.
Cabe recordar que este lunes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mostró la foto en alta resolución de:
- SMACS 0723: Los cúmulos masivos de galaxias en primer plano magnifican y distorsionan la luz de los objetos detrás de ellos, lo que permite una visión de campo profundo de las poblaciones de galaxias extremadamente distantes e intrínsecamente débiles.
Las otras 4 imágenes del James Webb
- Nebulosa Carina: La nebulosa Carina es una de las nebulosas más grandes y brillantes del cielo, ubicada aproximadamente a 7.600 años luz de distancia en la constelación austral de Carina. Las nebulosas son viveros estelares donde se forman las estrellas. La Nebulosa Carina es el hogar de muchas estrellas masivas, varias veces más grandes que el Sol.
- WASP-96 b (espectro): WASP-96 b es un planeta gigante fuera de nuestro sistema solar, compuesto principalmente de gas. El planeta, situado a casi 1.150 años luz de la Tierra, orbita su estrella cada 3,4 días. Tiene aproximadamente la mitad de la masa de Júpiter, y su descubrimiento fue anunciado en 2014.
- Nebulosa del Anillo Sur: El Anillo Sur, o nebulosa de «Ocho Ráfagas», es una nebulosa planetaria, una nube de gas en expansión, que rodea a una estrella moribunda. Tiene casi medio año luz de diámetro y se encuentra aproximadamente a 2.000 años luz de distancia de la Tierra.
- Quinteto de Stephan: A unos 290 millones de años luz de distancia, el Quinteto de Stephan se encuentra en la constelación de Pegaso. Es notable por ser el primer grupo de galaxias compactas descubiertas en 1877. Cuatro de las cinco galaxias dentro del quinteto están encerradas en una danza cósmica de repetidos encuentros cercanos.
El lanzamiento de estas primeras imágenes marca el comienzo oficial de las operaciones científicas de Webb, que continuarán explorando los temas científicos clave de la misión. Los equipos ya han aplicado a través de un proceso competitivo el tiempo para usar el telescopio, en lo que los astrónomos llaman su primer «ciclo», o primer año de observaciones.