SpaceX envió uno de sus propulsores de primera etapa hacia el cielo por 11ª vez el martes por la noche. Sin embargo, a diferencia de sus 10 vuelos anteriores, esta vez no regresó.
La misión se lanzó desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 40 (SLC-40) en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida a las 9:57 p.m. ET, iluminando el cielo nocturno mientras el cohete Falcon 9 rugía hacia el espacio.
Treinta y cinco minutos después de abandonar la plataforma de lanzamiento, la segunda etapa del Falcon 9 desplegó un satélite de comunicaciones en una órbita de transferencia geosincrónica para el operador de satélites francés Eutelsat.
Deployment of Eutelsat 10B confirmed pic.twitter.com/2TwjY8ObzS
— SpaceX (@SpaceX) November 23, 2022
El refuerzo de primera etapa del Falcon 9 fue el cohete activo más antiguo de SpaceX y anteriormente apoyó el lanzamiento de las misiones Telstar 18V e Iridium-8, así como nueve misiones que despliegan satélites de Internet Starlink.
SpaceX generalmente aterriza sus propulsores Falcon 9 de primera etapa poco después del lanzamiento, pero como esta misión requería más energía para desplegar el satélite de 12,000 libras en órbita, no había suficiente combustible para traer de vuelta el refuerzo.
El uso de la misma sección una y otra vez ha permitido a SpaceX ofrecer servicios de lanzamiento a precios más competitivos, ya que no necesita construir un nuevo cohete para cada misión. Pero como demostró el vuelo del martes, ocasionalmente no es posible llevarlo a casa.
Esta fue la misión número 52 que involucró un cohete Falcon 9 en 2022, con 12 más planeadas antes de fin de año. Significa que 2022 será el más ocupado de SpaceX hasta la fecha en términos de misiones Falcon 9, rompiendo el récord del año pasado de 31 lanzamientos.
A principios de este mes, SpaceX también lanzó su cohete Falcon Heavy más poderoso por primera vez en tres años en una misión para la Fuerza Espacial de los Estados Unidos.
También se está preparando para el lanzamiento inaugural de su cohete Super Heavy de próxima generación, que se convertirá en el cohete más poderoso que jamás haya volado cuando finalmente despegue. La NASA planea usar la sección de la nave espacial del vehículo para aterrizar a la primera mujer y primera persona de color en la superficie lunar en la misión Artemis III actualmente programada para 2025.