Una situación preocupante y anómala se está viviendo en una granja de Nuevo Gales del Sur en Australia, ya que se está investigando la posible caída de un pedazo de SpaceX.
La Agencia Espacial Australiana está haciendo el análisis de esta chatarra espacial, o esta posible basura caída desde más allá de la estratosfera.
Brad Tucker, astrofísico de la Universidad Nacional de Australia, recibió una llamada el jueves pasado de Mick Miners y Jock Wallace, dos criadores de ovejas en el pueblo de Dalgety, quienes informaron haber encontrado un objeto chamuscado.
Según Tucker, quién se desplazó hasta la zona para observar todo:
«Mi primera impresión fue que parecía un árbol quemado… y luego te acercas a él, es casi como este obelisco alienígena. Sabía sin lugar a dudas que este era un incidente muy real y una pieza muy real que sobresalía del suelo porque estaba hecho de materiales compuestos diseñados para resistir el calor, incluido el fuego de carbono tejido para el aislamiento. Además, mostraba claros signos de abrasamiento debido al reingreso».
En estos momentos, los escombros están siendo evaluados por la Agencia Espacial Australiana (ASA)