La Agencia Espacial Federal de Rusia, conocida como Roscosmos, dice que ha terminado su investigación sobre los agujeros descubiertos en su módulo espacial Soyuz, y acusan a la astronauta estadounidense Serina Auñón-Chancellor de ser la culpable.
Estos agujeros, descubiertos en agosto de 2018, pudieron causar graves problemas en el Soyuz, al punto de que el módulo pudo haberse despresurizado en dos semanas. Por fortuna, los seis ocupantes se encargaron de la situación, que no pasó a mayores mientras la nave se encontraba adjunta a la Estación Espacial Internacional.
Pero distinta fue la situación en la Tierra. La agencia rusa abrió una investigación por el incidente y concluyó que la astronauta Aunón-Chancellor hizo estos agujeros de manera intencional debido “al estrés provocado por una fallida relación amorosa con otro tripulante de la nave”, según cita el medio ruso RIA Rovosti.
Sin embargo, la NASA se desmarca de todas estas acusaciones. En un comunicado entregada a Ars Technica, la agencia estadounidense dice que estos no son más que “ataques falsos y sin ninguna credibilidad”.
Según la NASA, los agujeros no tuvieron nada que ver con la presencia de los astronautas. Es más, apenas ocurrido el incidente, la agencia espacial pudo determinar de inmediato la ubicación de los astronautas y concluir que ninguno de ellos se encontraba cerca del lugar donde apareció el agujero dentro del Soyuz. La NASA además asegura que estos datos fueron entregados a la agencia espacial rusa de inmediato.
Pese a lo anterior, Roscosmos insiste en las conclusiones de su investigación, por lo que fueron entregadas a las autoridades pertinentes y es posible que se hagan cargos contra la astronauta estadounidense, lo que podría abrir un nuevo flanco de tensión entre Rusia y Estados Unidos.