Hace algunos días, China envió con éxito el módulo central de su estación espacial. Ahora, el cohete que lo llevó a órbita se prepara para regresar a la Tierra. El problema es que lo hará sin control y por ahora nadie tiene certeza dónde podrá caer.
De acuerdo con Aerospace, el Long March 5B podría ingresar de nuevo a la atmósfera el 10 de mayo. Según su trayectoria e inclinación orbital de 41.5 grados, se espera que pueda caer en puntos tan septentrionales como Madrid o tan meridionales como Nueva Zelanda.
La parte del cohete que caería sin control es la zona central del Long March 5B. Tiene cerca de 50 metros de alto y 5 de ancho, dimensiones que lo convierten en uno de los objetos más grandes que se espera reingrese a la Tierra de manera descontrolada. Su peso alcanza las 20 toneladas.
En un inicio se esperaba que la etapa central regresara a nuestro planeta luego de poner en órbita la estación, por lo que aterrizaría en un lugar controlado. Sin embargo, algo falló luego de cumplir el objetivo y, en lugar de volver, quedó atrapado en la órbita de la Tierra.
¿Es peligroso?
Si bien parte importante del cohete terminará calcinado durante su reingreso, debido a su considerable tamaño y al hecho de precipitarse sin control, es posible que algunos restos consigan alcanzar la superficie y caer en zonas pobladas.
Hasta que el regreso del cohete sea confirmado, será imposible determinar con más detalle dónde va a caer y si van a existir escombros que lleguen a la superficie.