Si hay algo que nos han enseñado las películas de ciencia ficción es que el impacto de un asteroide tendría consecuencias terribles para el planeta. Por lo mismo, es mejor estar preparados.
El Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA realiza una simulación para ver si nuestras tecnologías, sistemas e instituciones podrían manejar una crisis si un asteroide real amenazara a la Tierra.
Durante los cinco días que dura el simulacro, los participantes asumen varios roles, como gobierno nacional, agencia espacial, astrónomo y autoridad de protección civil, entre otros.
El grupo recibe informes diarios sobre la situación que se desarrolla, lo que demanda que piensen cada uno de los escenarios y respondan de manera adecuada.
De acuerdo con la NASA, esta simulación se realiza para “investigar cómo podrían responder los observadores de objetos cercanos a la Tierra (NEO), funcionarios de agencias espaciales, administradores de emergencias, tomadores de decisiones y ciudadanos, y trabajar juntos para una predicción de impacto real y simular la información en evolución que estará disponible en caso de que se descubra una amenaza de impacto de un asteroide”.
Antes de que comenzara la simulación, los participantes recibieron una descripción detallada de esta amenaza ficticia: el asteroide recibe el nombre de 2021 PDC y fue descubierto en 2019 por astrónomos en Hawái.
El objeto se encuentra a 57 millones de kilómetros de distancia y su aproximación más cercana a la Tierra se producirá el 20 de octubre de este año. La probabilidad de impacto fue evaluada inicialmente de 1 en 2,500, lo que es relativamente bajo.
Sin embargo, en el segundo día de ejercicio, se les informó a los participantes que el asteroide ahora tiene 100 por ciento de probabilidades de estrellarse con la Tierra en la fecha mencionada, en algún punto de Europa o el norte de África.
Por ello, los profesionales tuvieron que pensar en estrategias para tratar de contener la emergencia, el problema es que se dieron cuenta de que el periodo de tiempo es demasiado corto y ni siquiera habrían alcanzado a lanzar una nave espacial. Preocupante, ¿verdad?
La buena noticia es que esto es solo un simulacro, aunque no por eso debemos dejar de prestarle atención. Al contrario, es algo que nos da qué pensar y nos motiva a mantener los ojos alertas en el cielo.