En 2017, una colaboración internacional de más de 300 investigadores coordinó 11 telescopios de todo el mundo para observar el centro del agujero negro M87, el primero que ha podido ser fotografiado.
Ahora, los científicos tienen las primeras imágenes del campo magnético que rodea a un agujero negro. Ellos creen que podría explicar cómo este lanza un chorro de energía y materia a más de 5,000 años luz en el espacio.
Estas imágenes proceden, precisamente, del primer agujero negro fotografiado.
Ahora, el análisis de este registro revela que la luz de esa “rosquilla brillante” se encuentra parcialmente polarizada, lo que significa que las ondas de luz vibran en un solo plano, según un artículo de Live Science.
Se trata de una señal de luz que ha atravesado el espacio caliente y magnetizado, y su presencia significa que los científicos ahora pueden comenzar a trazar un mapa del campo magnético en el borde del agujero negro.
En el estudio publicado en The Astrophysical Journal, los profesionales descubren que el campo magnético puede ser lo suficientemente fuerte como para empujar la materia que, de otra forma, caería más allá del horizonte de sucesos del agujero negro.
El resultado de lo anterior sería una corriente de materia y energía que sale a chorros del agujero negro y de la galaxia que lo rodea como un foco.
“Mucha gente ha trabajado durante mucho tiempo en cómo los campos magnéticos dejan caer el gas en los agujeros negros, cómo lanzan chorros, y ahora estamos realmente preparados para empezar a probar esas teorías directamente con imágenes de agujeros negros polarizados”, señaló Jason Dexter, astrofísico de la Universidad de Colorado.