Platón es posiblemente uno de los pensadores más notables de la historia de la humanidad, y ya en la antigua Grecia además de razonar sobre el hombre en su dimensión interior, también creó toda una cosmología en el Timeo, uno de los últimos diálogos que escribió en vida.
Acá el anciano con ideas pitagóricas, Timeo de Lócride, describe que el universo es un perpetuo devenir, donde relaciona a los elementos que lo forman como figuras geométricas.
La Tierra en esta explicación «se compone de corpúsculos cuyas caras son cuadrados formados por cuatro triángulos rectángulos isósceles unidos por el vértice de los catetos».
Platón por tanto describe los átomos de la materia que forman la Tierra como cubos.
En un nuevo artículo en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias , un equipo de la Universidad de Pensilvania , la Universidad de Tecnología y Economía de Budapest y la Universidad de Debrecen usa matemáticas, geología y física para demostrar que la forma promedio de las rocas en la Tierra es así como dice el filósofo.
“Platón es ampliamente reconocida como la primera persona a desarrollar el concepto de un átomo, la idea de que la materia está compuesta de algún componente indivisible en la escala más pequeña,” dice Douglas Jerolmack , geofísico en Penn Escuela de Artes y Ciencias.
El científico agrega que, «lo interesante aquí es que lo que encontramos con la roca, o la tierra, es que hay más que un linaje conceptual en Platón. Resulta que la concepción de Platón sobre el elemento tierra formado por cubos es, literalmente, el modelo promedio estadístico para la tierra real. Y eso es simplemente alucinante».
Por otro lado, Gábor Domokos de la Universidad de Tecnología y Economía de Budapest, predijo en sus trabajos que las rocas naturales se fragmentarían en formas cúbicas.
«Este documento es el resultado de tres años de pensamiento y trabajo serios, pero se trata de una idea central», dice Domokos. “Si toma una forma poliédrica tridimensional, córtela al azar en dos fragmentos y luego córtela una y otra vez, obtendrá una gran cantidad de formas poliédricas diferentes. Pero en un sentido promedio, la forma resultante de los fragmentos es un cubo».
«Una cosa que hemos especulado en nuestro grupo es que, posiblemente, Platón miró un afloramiento de roca y después de procesar o analizar la imagen inconscientemente en su mente, conjeturó que la forma promedio es algo así como un cubo», agrega Jerolmack.
Para eso el grupo de científicos recogió varias muestras de rocas para examinarlas, además de las fracturas naturales en la Tierra.
Jerolmack también vuelve a la filosofía para explicar este concepto que descubrió Platón sobre las rocas:
«Cuando recoges una roca en la naturaleza, no es un cubo perfecto, pero cada uno es una especie de sombra estadística de un cubo. Recuerda la alegoría de Platón sobre la cueva. Postuló una forma idealizada que era esencial para comprender el universo, pero todo lo que vemos son sombras distorsionadas de esa forma perfecta», finalizó.