El telescopio espacial Spitzer de la NASA fue retirado de operación, pero sigue siendo fuente de nuevos descubrimientos. Uno de ellos es la nebulosa Godzilla, llamada así en honor al popular monstruo japonés.
La nebulosa Godzilla está ubicada en la constelación de Sagitario y se trata de una gigantesca nube de gas y polvo espacial compuesta de muchas estrellas en diversas regiones del espacio.
De hecho, la NASA no sabe con exactitud la posición de todas las regiones que la componen, ya que las estrellas que corresponderían a la mano derecha del monstruo están a 7,800 años luz de la Tierra, mientras que las que están en lo que serían los ojos de Godzilla se encuentran a una distancia desconocida.
Esta nebulosa Godzilla fue descubierta por Robert Hurt, astrónomo del Instituto de Tecnología de California, quien se ha dedicado a revisar y analizar las imágenes obtenidas por el Spitzer.
Hurt dice que encontrar historias o relatos es una forma de acercar a las personas a los hallazgos astronómicos que, de otra forma, solo serían un montón de datos.
En el caso de esta nebulosa, el astrónomo revela que dicha zona del cielo la había visto muchas veces, pero que nunca la había relacionado con ninguna figura. “A veces hacemos un corte diferente en un área y eso nos hace ver algo nuevo”, que para Hurt resultaron ser los ojos y la cara de Godzilla.
Es factible que este no sea el último descubrimiento que se obtenga con telescopio Spitzer, que operó desde 2003 hasta 2020 y que permitió detectar los planetas del sistema Trappist-1, entre los cuales se encuentran tres similares a la Tierra.