El cometa 3I/ATLAS alcanzó su máxima aproximación al Sol hoy, 29 de octubre de 2025, a las 11:47 UTC, proporcionando a los científicos una oportunidad única para estudiar solo el tercer objeto interestelar confirmado que visita nuestro sistema solar. El cometa del tamaño de Manhattan pasó a 203 millones de kilómetros del Sol, aproximadamente un 36 por ciento más lejos que la distancia promedio de la Tierra.
La Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) están utilizando 3I/ATLAS como un caso de prueba crítico para los sistemas de defensa planetaria, marcando la primera vez que un objeto interestelar ha sido incluido en tales esfuerzos de monitoreo. El cometa no representa ninguna amenaza para la Tierra, con su aproximación más cercana programada para el 19 de diciembre a una distancia segura de 270 millones de kilómetros.
La IAWN ha lanzado una campaña de observación intensiva que se extiende desde el 27 de noviembre de 2025 hasta el 27 de enero de 2026, representando el primer esfuerzo internacional coordinado para estudiar un visitante interestelar.
Sin embargo, a pesar de todo esto, la NASA brilla por su ausencia. ¿Qué está pasando?
El silencio de NASA

Si uno navega por el sitio web oficial de NASA, se dará cuenta de que la última noticia subida es del 30 de septiembre. Además se ve en la cabecera del Home, un mensaje:
Debido a la interrupción de la financiación del gobierno federal, la NASA no está actualizando este sitio web.
En ese contexto, el seguimiento del cometa interestelar 3I/ATLAS puede quedar temporalmente comprometido. Las misiones y telescopios dependientes de la agencia federal enfrentan ahora un apagón operativo. Científicos advierten que esa interrupción podría limitar la recuperación de datos críticos en momentos clave.
La NASA está actualmente cerrada debido a la falta de financiación gubernamental. Este cierre no implica una paralización absoluta, sino la aplicación de protocolos de shutdown, con actividades esenciales siguen en marcha, mientras que muchas otras quedan suspendidas.
Durante el cierre, la agencia aplica suspensiones temporales a buena parte de sus empleados. En situaciones anteriores, cerca del 83 % de la plantilla civil ha sido afectada. Únicamente permanecen activas las funciones consideradas esenciales, como el soporte a la Estación Espacial Internacional.
En un shutdown, los programas científicos, las nuevas misiones y tareas de apoyo observacional se consideran no esenciales. Eso implica que campañas de monitoreo espacial, análisis de datos y observaciones regulares pueden quedar interrumpidas de manera inmediata.