En muchos aspectos, la tecnología que utiliza la NASA está a la vanguardia y es casi siempre la más avanzada. Sin embargo, esto no se aplica para el diseño de sus trajes espaciales, que están basados en los mismos que se utilizaban en la década de los setenta, cuando la mayoría de los astronautas eran hombres.
Actualmente no existen trajes diseñados especialmente para las astronautas mujeres y eso se ha convertido en un problema, sobre todo ahora que el número de mujeres que ha llegado al espacio alcanzó 11 por ciento.
Hay un hecho puntual que grafica de buena manera todo este inconveniente. En marzo de 2019, la NASA tuvo que retrasar el primer paseo espacial exclusivamente femenino debido a la escasez de trajes espaciales de tamaño medio. Este inconveniente surgió luego de que la astronauta Anne McClain se percató de que necesitaba una configuración más pequeña de la que se había indicado inicialmente.
Si bien los trajes cuentan con partes intercambiables, el reemplazo de esa pieza en particular pudo haber significado un retraso de 12 horas, por lo que los encargados de la misión decidieron cambiar a los astronautas de la caminata espacial para evitar más retrasos.
Este incidente llevó a la oficina gubernamental a darse cuenta de la necesidad de cambiar y adaptarse a los tiempos.
Trajes para todas y todos
Actualmente, la NASA desarrolla trajes espaciales para una variedad más amplia de tamaños y proporciones corporales. Al mismo tiempo, la agencia estudia un sistema experimental que podría ayudar a encontrar el ajuste perfecto y que consistiría en un escáner corporal que fabrica trajes espaciales a la medida.
Para esto han recurrido a Bonnie Dunbar, exastronauta y profesora de ingeniería aeroespacial de la Universidad de Texas. El proyecto podría utilizar escáneres digitales para analizar el físico de un astronauta. Así, los datos obtenidos permitirían fabricar de forma robótica un traje espacial personalizado, lo que podría resultar clave para la exploración de Marte y otros destinos en el espacio.
De acuerdo con Dunbar, este sistema podría ayudar a producir rápidamente trajes espaciales que se adapten a cada miembro de la tripulación y en cualquier entorno gravitatorio. También ayudaría a modificar y reparar el atuendo si ocurre un imprevisto durante el viaje al espacio.
Este proyecto fue seleccionado por la NASA y su programa Innovative Advanced Concepts (NIAC), que financia trabajos en fase inicial que “podrían cambiar el futuro”. Gracias a este mismo programa se pudo enviar al helicóptero Ingenuity a Marte.
Así, este innovador sistema de trajes espaciales podría permitir que personas de todas las formas y tamaños también puedan ser enviados al espacio, lo que constituye una de las claves de los futuros viajes turísticos fuera de la Tierra.