El módulo de aterrizaje Mars InSight de la NASA puede haber llegado al final de su misión el año pasado, pero los datos del módulo de aterrizaje todavía se están utilizando para contribuir a la ciencia. Los datos que el módulo de aterrizaje recopiló sobre marsquakes, eventos sísmicos que son similares a los terremotos, se han utilizado para obtener la mejor visión hasta ahora del núcleo de Marte.
El módulo de aterrizaje estaba armado con un instrumento de sismómetro altamente sensible que podía detectar ondas sísmicas a medida que se movían a través del interior marciano. Al observar la forma en que estas ondas rebotaron en los límites y se movieron a diferentes velocidades a través de diferentes materiales, los científicos pueden averiguar de qué está compuesto el interior de un planeta. Los últimos hallazgos muestran que el núcleo marciano tiene alrededor de 2.220 millas de ancho, que es más pequeño de lo que se pensaba. Los resultados también mostraron que alrededor de una quinta parte del núcleo, que está compuesto de aleación de hierro líquido, está compuesto de azufre, oxígeno, carbono e hidrógeno.
Para aprender sobre el núcleo marciano, los científicos utilizaron datos de dos marsquakes detectados por InSight. Uno de estos terremotos fue causado por un impacto de meteoroide, que ayudó a los científicos a localizar la fuente exacta de las ondas y modelar el movimiento de las ondas a través del interior del planeta más fácilmente. Los marsquakes también estaban en el extremo más grande de los terremotos detectados, por lo que tuvieron efectos más fuertes.
«Estos dos terremotos lejanos estuvieron entre los más grandes escuchados por InSight», dijo Bruce Banerdt, investigador principal de InSight en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en un comunicado. «Si no hubieran sido tan grandes, no podríamos haberlos detectado».
Un desafío para InSight fue que los terremotos se originaron en el otro lado del planeta desde el módulo de aterrizaje, por lo que se les conoce como «lado lejano». Eso los hace más difíciles de detectar, pero también significa que estudiarlos puede dar información más útil a medida que las ondas viajan a través de más del planeta.