Una nueva ecuación que promete mejorar la predicción de terremotos elaboraron científicos ligados a universidades de Escocia, Inglaterra y los Países Bajos.
En concreto, la herramienta puede ayudar a los geofísicos a adelantar de una manera más precisa cuándo y dónde podrían ocurrir estos sucesos.
Así lo estableció Sabine den Hartog, experta del Centro Lyell, que conforman a través de una asociación estratégica la Universidad Heriot-Watt, de Edimburgo, y el Servicio Geológico Británico.
“Los terremotos ocurren durante el movimiento a lo largo de las fallas geológicas en la parte más débil de la corteza, que generalmente comprende filosilicatos, un tipo de mineral que forma placas pequeñas y muy delgadas”, explicó en un comunicado de prensa la casa de estudios.
Si bien las simulaciones de laboratorio han ayudado a comprender mejor el comportamiento de las fallas, es difícil reproducir en detalle las complejidades que se observan en la profundidad de la corteza terrestre.
El objetivo de Den Hartog y sus colaboradores de las universidades de Liverpool y Utrecht fue, en cambio, predecir cómo funciona en los filosilicatos la resistencia a la fricción, que es la fuerza necesaria para provocar el movimiento a lo largo de una falla.
“Las zonas de falla generalmente se forman en lugares con una alta concentración de filosilicatos. Hemos creado un modelo para poder predecir la resistencia a la fricción de los filosilicatos en condiciones que no se pueden lograr en el laboratorio”, expresó.
La experta indicó que “analizamos en escalas microscópicas zonas de fallas artificialmente generadas para identificar los procesos que ocurrieron durante el experimento, como la división de los minerales de filosilicato laminados”.
Sobre la base de lo observado, los científicos formularon “un conjunto de ecuaciones para predecir cómo cambia la resistencia a la fricción de los filosilicatos con un cambio en condiciones como la humedad o la velocidad del movimiento de falla”.
Den Hartog aseguró que la herramienta matemática “permite la predicción en condiciones que no son accesibles en el laboratorio, lo que hace que sea mucho más fácil para los modeladores simular el movimiento de la falla en condiciones naturales, incluidos los terremotos”.
Según la especialista, el modelo determinó que la actividad a lo largo de las zonas de fallas ricas en filosilicatos se torna más violento a medida que el movimiento va más rápido, lo que es consistente con los experimentos.
“Este comportamiento previene los terremotos y sugiere que otros minerales además de los filosilicatos son importantes en la ocurrencia de terremotos”, expresó.
Den Hartog dijo que el equipo, que publicó sus conclusiones en la revista Journal of Geophysical Research: Solid Earth, se concentrará ahora en perfeccionar lo descubierto y explicar la relación entre la fuerza que mantiene la falla estable y la necesaria para que se active.