Este 27 de marzo, la misión china Chang’e 5 informó sobre el descubrimiento de un depósito de agua en la Luna.
La evidencia proviene de cuentas de vidrio de impacto recolectadas por el módulo de aterrizaje Chang’e 5, que llegó a la Luna en diciembre de 2020 y envió muestras lunares a la Tierra el mismo mes. Los hallazgos del equipo se publican hoy en Nature Geoscience.
El agua en la superficie lunar se pierde en el espacio, lo que indica que debe haber una capa hidratada o depósito que reponga el suministro de la Luna, según un comunicado de la Academia China de Ciencias.
«Estos hallazgos indican que los vidrios de impacto en la superficie de la Luna y otros cuerpos sin aire en el sistema solar son capaces de almacenar agua derivada del viento solar y liberarla al espacio», dijo Hu Sen, científico planetario de la Academia de Ciencias de China, en el comunicado.
El agua derivada del viento solar suena como un concepto de ciencia ficción, pero en simulaciones 2019, un equipo de la NASA mostró cómo el viento solar, una corriente de partículas cargadas del Sol, podría interactuar con los electrones en la Luna, enriqueciendo el suelo con átomos de hidrógeno. El hidrógeno podría adherirse al oxígeno presente en el regolito lunar, produciendo el viejo H2O.